
"Descansá en paz, dale consuelo a tu madre": desgarradora despedida al policía fallecido
Gastón Roldán dejó de existir minutos después de ser baleado en la cabeza por otro efectivo, en un caso que está siendo investigado.
Gastón Roldán dejó de existir minutos después de ser baleado en la cabeza por otro efectivo, en un caso que está siendo investigado.
El agente era el mayor de cuatro hermanos y tenía un pequeño hijo. La bala lo impactó a escasos centímetros de la sien y, pese a los esfuerzos médicos, dejó de existir.
Según las primeras informaciones, ocurrió de manera accidental cuando un compañero limpiaba su arma reglamentaria.
La mujer dio aviso a las autoridades y los efectivos acudieron al inmueble, donde inmovilizaron a su compañero.
Por mayoría de votos le impusieron la pena de 22 años de prisión. Un camarista votó por una condena de 16 años. Su hermano Diego fue exculpado del hecho y absolvieron —por la duda— a otros dos policías.
El video se viralizó en las redes sociales. La víctima murió en el acto y su cuerpo quedó tendido en la vereda, afuera del edificio.
La uniformada, de apellido Silva y de 34 años, dejó dos escritos. Intentan determinar qué la llevó a tomar la drástica decisión.
Personal policial de la Comisaría Comunitaria N° 16 realizó el arresto cumpliendo una orden judicial emitida por el Juez de Control y Garantías, Dr. Carlos Ordoñez.
Se trata de Ramón Eduardo López, quien fue asistido por los Dres. Raymundo Ledesma Chazarreta y Lucas Cabañas, quienes pidieron exculparlo, en tanto que la fiscal Andrea Juárez solicitó pena de 2 años y 6 meses de prisión en suspenso.
Le secuestraron una balanza de precisión, dinero y un celular con información que es analizada por la Dirección de Drogas Peligrosas y la Fiscalía.
Ayer comenzaron los alegatos de clausura del juicio. Fiscalía y querella coincidieron en requerir la pena máxima. Continúa mañana desde las 17.
A través de un estado de WhatsApp, el funcionario de la fuerza policial le dijo adiós a su descendiente antes de tomar la drástica decisión. Se ordenó la autopsia del cuerpo.
El agente, de apellido Ibáñez, habría puesto fin a su vida con su arma reglamentaria. Por WhatsApp, le dijo adiós a su descendiente antes de tomar la drástica decisión.
Los delincuentes violentaron una de las puertas y se apoderaron de una mochila.
Así lo manifestó el policía Enrique David Arévalo, quien mató de un tiro a Roque “Chuna” Barraza. Dijo que tuvo que repeler el ataque que sufrían. Su hermano Diego Sebastián negó haberle entregado el arma a instarlo a que haga disparos.