El ílicito se desarrolló entre las 17:30 y las 22 hs de este pasado viernes, horas en las que el afectado dejó al vehículo estacionado a pocos metros de su vivienda y en las que no se percató del hecho.
Los jóvenes criminales robaron más de 40 sábanas, trece manteles, 7 pares de soquetes y muchas cosas más de un comercio, valuadas en más de medio millón de pesos. Tras el ilícito, adulteraron las cámaras de seguridad. El informe:
El ílicito se desarrolló en horas de la mañana de este sábado. Todo quedó grabado por cámaras de seguridad.
El sujeto en cuestión fue descubierto mientras intentaba violentar puertas de autos en Av. Olaechea y calle Mendoza de la ciudad Capital.
En las primeras horas de la tarde de este viernes, un joven de y su madre sufrieron el ingreso por parte de malvivientes a su hogar, ubicado en el barrio Herrera El Alto de la localidad de Las Termas de Río Hondo.
Otra pasajera, que acompañaba a la familia afectada en el transporte, alertó a la madre de las menores que dormían. La mujer le avisó al chofer que se detuvo en un puesto policial. Además le faltó dinero de la billetera.
Por los datos obtenidos en el lugar, se identificó al presunto delincuente. Sería un joven apodado "Bubito", con domicilio en barrio La Católica.
El damnificado se encontraban observando unas pelotas, cuando dejó su celular sobre una conservadora.
La sospechosa es una mujer, que interceptó a la damnificada cuando estaba por abordar un remís. Son buscados por la Policía.
Al llegar a su casa, la víctima se encontró con el portón dañado y con el faltante de varios bienes en su interior. La Policía logró esclarecer el hecho, identificar al maleante y recuperar casi la totalidad de los bienes.
Las había sustraído de un freezer del Ministerio de Salud de la Provincia. Fue condenado a tres años de prisión en suspenso.
Los delincuentes, de 24 y 38 años, quedaron alojados en la Comisaría Comunitaria 31º a disposición de las autoridades judiciales competentes.
Ocurrió en horas de la madrugada. La denunciante escuchó lo que ocurría, pero pensó que eran "sonidos de la calle" y siguió durmiendo. A la mañana siguiente se llevó una triste sorpresa y decidió ver las cámaras.
Los detectives siguieron las huellas dejadas por los autores del robo y lograron encontrar los bienes sustraídos, aunque no había rastros de los ladrones.
Un hombre, a quien le habían robado una bicicleta el mes pasado, observó a una menor de edad a bordo de una de iguales características, por lo que llamó a la Policía.
