Cerca de las 9 de la mañana, Blas Cinalli y los otros 7 rugbiers asesinos ocuparon por primera vez el banquillo de acusados. Qué dijeron los profesionales del lenguaje no verbal sobre los enjuiciados:
Además, María Graciela Sosa Osorio manifestó que quiere justicia, no venganza, y que su vida es un calvario desde el momento en que su único hijo fue asesinado.
El joven recibió un certero impacto de bala en su espalda que puso punto final a su vida. Aún no se sabe cuánta gente estuvo involucrada y el asesino permanece prófugo.
El atroz homicidio ocurrió mientras el occiso descansaba de su trabajo, recostado en el suelo. Fue entonces cuando el asesino se acercó con un balde de grasa hirviendo y se lo arrojó en la cara. El desenlace fue fatal.
El septuagenario mató al delincuente cuando entró a robar en su hogar en la localidad bonaerense de Lanús.
En un intento de velar por la seguridad de los nenes del barrio, el joven de 22 años terminó recibiendo dos certeros impactos de bala efectuados por uno de sus vecinos. Murió en el hospital.
La víctima fatal del crimen, intentó impedir que su cuñada y su pareja celebren la Navidad en su vivienda, tras un conflicto familiar de vieja data. En ese sentido, el agresor atacó al occiso de varios disparos con un arma calibre 9 milímetros.
Cuando la Policía llegó a su casa la encontró agonizando y hay efectivos acusados de no hacer lo necesario para salvar la vida de la víctima. El informe.
El abogado de la familia denunció los tintes mafiosos del crimen y las posteriores amenazas, tanto hacia él como hacia los parientes del occiso. "Desgraciadamente, Lautaro vio algo que no tenía que ver, y estaba en un lugar donde no debía estar", apuntó.
El estremecedor crimen ocurrió a la vista de su hijita de dos años. Gonzalo se desvaneció en la vereda y quedó allí, tendido, hasta que murió. Familiares y vecinos reclaman justicia.
Mientras la persona en situación de calle dormía, el adolescente se acercó y le partió un adoquín en la cabeza, provocándole gravísimas heridas que culminaron en su muerte.
El Tribunal que lo juzgó en Santiago lo condenó a 12 años de prisión. La víctima fatal fue identificada como Palmira Atanasia Suárez, de 74 años.
El supuesto motivo de la reunión era para "finalizar la división de las parcelas", aunque el desenlace fue totalmente sangriento, y tiñó de negro el domingo.
Le efectuaron un disparo en el pecho con una carabina. La víctima murió en el acto.
El lamentable episodio ocurrió en la localidad de Rivadavia en la provincia de Mendoza.
