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A la derecha del Padre

Por el Lic. Diego Ramos. Politólogo (*). En el artículo el autor bucea en las profundidades de los discursos mesiánicos y el riesgo implícito de los mismos para la Democracia.

Expresa Mateo en su Evangelio “Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros…heredad el reino preparado para ustedes...”  Mauricio Macri, con todo su equipo de Juntos por el Cambio allanaron todos los caminos, propiciando un escenario apocalíptico, adverso e injusto para el pueblo argentino, que a partir de la deuda inmoral e ilegítima contraída con el FMI sacrificó la vida cotidiana de millones de ciudadanos. 

 

Una vez construidas las bases, Mauricio Macri, padre de Javier Milei, lo ubicó a la extrema derecha con el solo objetivo de hacerlo heredero del reino financiero, un “paraíso posfascista”. Xenófobo, demagogo y profundamente anti-cristiano, ha comenzado a instalar el negacionismo del terrorismo de Estado en los 40 años de democracia para iniciar su plan más oscuro y macabro.

 

De todos sus dichos pintorescos o payasescos, da igual. No importa cuáles son ciertos y cuáles son falsos, la verdad es irrelevante, dice lo que se le antoja y no le importa nada: El Papa es comunista desliza desde un delirio, reeditando el mismo libreto y personaje de Donald Trump quien repitió una y otra vez que los musulmanes festejaron los atentados contra las Torres Gemelas. No es casualidad que el Papa Francisco haya advertido sobre los “Adolfitos” que empiezan a emerger en la política en alusión al dictador Alemán Adolf Hhitler.  

 

El Reino II fue la serie de Netflix que recreó una doble dimensión que como sociedad nos atraviesa: religión y política. La demonización y santificación de la política hoy está en mano de quien se arroga ser un profeta en este país, donde demoniza a la política para hacer política, el delirio mesiánico de que vendrá a salvarnos es tan grande y peligroso que nos lleva al peor de los infiernos.

 

Nunca Más, el alegato del fiscal Julio César Strassera en el juicio a las juntas militares evocó a Dante Alighieri en la Divina Comedia que reservaba el séptimo círculo del infierno para los violentos, para todos aquellos que hicieran un daño a los demás mediante la fuerza. Y dentro de ese mismo recinto, sumergía en un río de sangre hirviente y nauseabunda a cierto género de condenados…

 

Proverbio 3,1 dice: “Hijo mío, no te olvides de mí ley”, claro, el delirio es tan grande que sintió en ese versículo el llamado a instaurar  la hierocracia, “gobierno donde mandan los divinos”, los buenos que por voluntad divina han sido elegidos para cambiar el rumbo de una nación. Milei necesita despejar todos los obstáculos posibles que atenten contra su cruzada, es así que montado en su libreto arremete contra el Papa Francisco y, como el Reino heredado de su padre Mauricio es una república santa que  prescinde de las instituciones democráticas y por ende de la política, envía al ángel caído de la Libertad Avanza, la diputada Victoria Villaruel para defender la impunidad de los genocidas y erosionar los resortes institucionales de la democracia.

 

La estructura partidaria electoral enfocada al individualismo y a su enojo pone a la democracia en grave peligro. Más allá del sabor amargo de la cruda realidad, no podemos permitirnos arriesgar tanto. Mantengamos la firmeza de las demandas, pero dirigida hacia aquellos que siempre con errores y aciertos están del lado del pueblo.

 

(*) Diego Ramos es licenciado en Ciencias Políticas. Profesor titular en varias cátedras. Politólogo y columnista habitual del Multimedio.

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