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Opinión Reconciliación entre líderes sindicales

Barrionuevo reedita una alianza con Moyano y juntos van por la CGT

Mariano Martín

El nombramiento de Luis Barrionuevo como interventor del Partido Justicialista por la jueza electoral María Servini tomó por sorpresa a propios y extraños, tanto del Gobierno como del sindicalismo, con excepción de Hugo Moyano. Los gremialistas, distanciados luego del acto del camionero del 21 de febrero del que desertó el gastronómico días antes, volvieron a conversar en las últimas semanas y terminaron confabulados en la interna de la CGT y ahora, en la judicializada reestructuración del peronismo.

 

El combo incluye la posible cooptación del sello hasta ahora ultraoficialista 62 Organizaciones. Un indicio de la revinculación entre los líderes sindicales ya lo había dado Pablo Moyano, vicepresidente del PJ bonaerense, quien manifestó su deseo de que “el compañero Barrionuevo tenga la capacidad como para unir todas las líneas internas del peronismo”, mientras arreciaban repudios a la determinación judicial por parte de autoridades partidarias y agrupaciones gremiales.

 

El camionero fue anoticiado de la demanda que dio origen a la intervención y estuvo entre los primeros en ser notificados de la resolución de ayer. También se da por hecho que Barrionuevo incluirá a Moyano en el reparto de responsabilidades. De menor a mayor, Barrionuevo y Moyano comenzaron a coincidir en marzo pasado, cuando un grupo de sindicatos se apartó de las 62 Organizaciones y anunció su intención de constituir ese sello por fuera de la cercanía con Cambiemos de sus principales referentes. En ese encuentro estuvieron, entre otros, Horacio Valdez, jefe del Sindicato de Obreros del Vidrio (Soiva) y hombre de confianza del gastronómico, y Octavio Argüello, dirigente camionero y armador del partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo, nacido bajo el ala de Moyano. Ambos confluyeron en una estrategia común en la CGT.

 

Mientras los “gordos” de los grandes gremios de servicios y los “independientes” de buen diálogo con el Gobierno avanzaban con un rearmado previsto para agosto con Héctor Daer como único secretario general, el sector de Barrionuevo anunció que no facilitará ese proceso con las renuncias a sus actuales cargos. Al frente de esa maniobra estuvo el triunviro Carlos Acuña, y tanto en ese sector como en el de Moyano coincidieron en que el objetivo final será impedir la hegemonía de los sectores mayoritarios en la central obrera.

 

Desde las 62 Organizaciones salieron a despegarse de la denuncia presentada en su nombre por Valdez, Acuña y Oscar Rojas ante Servini. Un comunicado con la firma del rural Ramón Ayala y del conductor de taxis José Ibarra dio cuenta que desde ese sello no hubo aval a la demanda judicial y que los responsables no integran formalmente la organización. Valdez dijo que “ni Ayala ni Ibarra tienen facultad para hablar por las 62 porque ni siquiera están inscriptos en la IGJ como entidad”. Los mandatos en ese espacio permanecen prorrogados de facto desde antes de la muerte de su anterior líder, Gerónimo Venegas.

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