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Opinión Todavía no define cuál será su decisión

CFK y su ¿candidatura?, en el centro de la escena

Por Guido Braslavsky

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Crédito: Todos los partidos, a la espera de una posible vuelta de Cristina Kirchner.

Cristina Kirchner diría posiblemente que todo el mundo se está “haciendo los rulos” con la cuestión de su candidatura, una expresión que supo acuñar en su momento. Lo cierto es que habló en un acto en el sindicato de los docentes privados, SADOP, y sigue siendo la comidilla de la política. “Yo me excluyo” dijo no una sino dos veces, y la cosa parece ser seria. Igual aparecieron las interpretaciones de sus seguidores que no quieren dar todo por perdido.

 

 

Hace ya meses que los análisis están muy divididos en cuanto a lo que hará la ex mandataria, que conserva un piso muy interesante de votos –se afirma que en torno al 30%- en la provincia de Buenos Aires-. Pero también un techo difícil de perforar.

 

 

“Si es candidata va a ser por una decisión política y no por los fueros como algunos dicen. La mejor garantía para las causas judiciales que tiene es un triunfo fuerte del peronismo en Buenos Aires”, sostiene un importante dirigente del PJ.

 

 

“¿Y qué si sale segunda? ¿Por eso no va a jugar? Yo estaría más que hecho con 30%, más de diez diputados nacionales, 30 legisladores provinciales y 500 concejales”, hace sus cálculos un hombre de la primera línea del Gobierno.

 

 

“Es cierto, a los kirchneristas nos va a costar mucho más dar la pelea interna sin Cristina como candidata”, reconoce una diputada K de la primera hora, que debe renovar su banca en octubre.

 

 

Si Cristina se corre se abren más las chances de Florencio Randazzo. Se afirma que el Gobierno lo espera relamiéndose con varias “carpetas” –y eventualmente causas judiciales- a blandir en la campaña, vinculadas con su gestión como ministro.

 

 

El peronismo tiene un problema adicional: sin Cristina, no tiene un peso pesado a la vista, salvo Randazzo. Se anota Verónica Magario, intendenta de La Matanza, el municipio más grande del país con 2 millones de habitantes –más que varias provincias juntas-. Pero es poco conocida fuera de sus límites. ¿Volverían a probar con otro intendente, Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, como en 2013? (Terminó haciéndose muy conocido por su pareja con la modelo Jesica Cirio).

 

 

Sergio Massa no cree en nada, y sigue estirando su propia definición. Pero está casi cerrado: Margarita Stolbizer será primera senadora, y él cabeza de lista de diputados. Hay clamor interno porque Massa garantizaría el doble de votos que “la marca” Frente Renovador.

 

 

Cambiemos tiene su interna más silenciosa pero con el mismo vigor. Viene creciendo hace rato el PRO por sobre sus socios radicales. La UCR debe renovar 25 bancas en Diputados. Se afirma que el mismo número pide en lugares expectantes en el país. En Buenos Aires, renueva dos, una la banca de Ricardo Alfonsín, muy crítico de Cambiemos, que se correría de este turno. La UCR pide 3 lugares entre los primeros 11. Y negocia para que no le endosen a Facundo Manes, médico sin experiencia política, impulsado por la gobernadora Vidal. Es afiliado radical pero no lo quieren. “Que vaya, pero que ‘lo pague’ el PRO”, dicen con tirria en el centenario partido.

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