Mama Antula, la santiagueña que será Santa, tiene una larga historia por contar. Tuvo una vida llena de compromiso e hizo de la misión pastoral una forma de vida.
Nación en Villa Silípica en 1730 y desde muy joven trabajó con los jesuitas de la Compañía de Jesús. Su aporte en la contención espiritual y de contención a los enfermos con carácter de “beata” como los jesuitas designaban a las mujeres que catequizaban en los templos
Los santiagueños tienen de que enorgullecerse y es que tendrán a la Primera Santa del país, reconocida por el Vaticano y que el 11 de febrero será canonizada por el papa Francisco.
Pero el camino recorrido para ser reconocida en esta causa canónica no fue sencillo como su vida misma. Y aquí es donde los santiagueños tuvieron un rol protagónico, siendo Nuevo Diario y Radio LV11 a través de sus páginas y micrófonos los que abrieron a la comunidad la posibilidad de expresarle a Su Santidad la voluntad unánime de que María Antonia de Paz y Figueroa sea beatificada, lo que luego abrió las puertas para su canonización.
Tras largos años de servicio religioso en su Proivncia partió a Buenos Aires para seguir predicando el amor por Cristo. Allí fundó la casa de Servicios Espirituales.
Sor María de Paz y Figueroa fue la primera evangelizadora de Argentina.
Falleció en Buenos Aires el 4 de octubre de 1799. Sus restos descansan en la Iglesia La Piedad.
El 24 de octubre de 2023 se promulgó el decreto del Dicasterio de la Causa de los Santos, lo que confirma su Santificación, cuya ceremonia se hará el 11 de febrero próximo.