Hoy se conmemora el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, cuyo objetivo es promover el rol fundamental que cumplen los parteros en la salud de la embarazada y el bebé recién nacido.
Nuevo Diario dialogó con la Dra. Mariel Figueroa, especialista en Ginecología y Obstetricia.
La doctora habló sobre qué es la profesión en sus palabras, sobre avances que se realizaron en los últimos años, su opinión sobre la temática del parto respetado, entre otros.
Sobre la profesión, expresó: “El obstetra es el profesional encargado de realizar el control y seguimiento de la paciente embarazada, de cuidar a la madre y al niño por nacer;
de enseñar a la madre sobre los cambios que su cuerpo y mente van a sufrir durante la gestación, y también alertarlas sobre qué signos y síntomas pueden derivar de alguna patología asociada al embarazo.
Las parteras son licenciadas en Obstetricia cumpliendo el rol de mano derecha del médico obstetra”, explicó al respecto. Al hablar sobre avances en el campo de su especialidad, dijo: “Actualmente existen muchos estudios que se realizan en el primer trimestre, como la identificación del ADN fetal en sangre materna, y de esta manera se puede determinar si ese niño tiene alguna alteración cromosómica, también se puede identificar la presencia o no de una fibrosis quística y otras enfermedades metabólicas. Otro estudio que se realiza en los primeros meses es el screening combinado del primer trimestre (muy importante) que permite ver si ese bebé tiene o no alguna alteración genética, etc. También existen malformaciones incompatibles con la vida. El embarazo trae muchos cambios a la madre, se deteriora el cuerpo, la mujer es libre de poder elegir si desea o no continuar con un embarazo que no va a dar lugar a un niño que vaya a sobrevivir. Es muy importante el rol del diagnostico precoz”, detalló la profesional de la salud.
En relación al parto respetado, Mariel Figueroa manifestó: “Consiste en acompañar y guiar a la paciente durante el trabajo de parto. Siempre con buenos tratos y realizando los controles adecuados. La posición va a variar de acuerdo a cada paciente. Algunas están más cómodas de costado, en cuclillas o acostadas. En cuclillas suele aliviar bastante el dolor y acostadas boca arriba es más fácil para que el obstetra pueda ayudar y contribuir”. En relación al término “violencia obstétrica”, opinó: “Lo vi muchas veces por parte del servicio de enfermería o de algunos médicos que no le hablan bien a las pacientes porque en el estado de trabajo de parto gritan o lloran, se desesperan y en vez de darles la mano, acompañarlas y tenerles paciencia, a veces les dicen frases o palabras que son ofensivas para la gestante. Cosas que no deberían pasar”, expresó la Dra. Mariel Figueroa, especialista en Ginecología y Obstetricia.
