Fernando de Jesús Díaz Beato, de 26 años, murió por varios disparos, el 03 de marzo en Puerto Rico. Su familia lo recuerda como una “persona feliz y muy activo”, por esto decidieron realizar un funeral poco convencional: lo sentaron con las pernas cruzadas y un cigarrillo entre sus dedos.
Luego del servicio fúnebre el cuerpo es colocado en un ataúd para ser enterrado.