A Laura Salinas Videla no le cabe otra descripción mejor que estafadora serial. La mujer cumplió una pena tras ser condenada por casi 50 fraudes. Quedó libre, pero volvió a ser detenida por volver a engañar a una mujer. En el calabozo de una comisaría volvió a realizar otra treta, le dieron domiciliaria, siguió con sus artimañas y finalmente en los últimos días regresó al penal.
Año 2020. Tiempo de pandemia. Laura Salinas se hizo famosa tras ser detenida en el marco de 47 investigaciones por estafa. Su modus operandi era hacerse pasar por funcionaria del Gobierno provincial y sacarle plata a sus víctimas para acceder a una vivienda del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
Un año después, Laura Salinas fue condenada por 47 hechos de estafa. Estuvo cerca de dos años en la cárcel hasta que logró recuperar su libertad. Pero el año pasado, volvió a hacer de las suyas y desde entonces no ha parado.
La estafadora serial
Gozando nuevamente de estar en las calles, Laura Salinas volvió a quedar envuelta en otra causa de estafas. La pesquisa sostiene que en mayo de 2022 se contactó mediante WhatsApp con una mujer que ofrecía productos tejidos en redes sociales.
Para el fraude usó un alter ego. Decía que se llamaba Carolina, que era abogada y que trabajaba en el Poder Judicial. Le pidió tres sweaters a la emprendedora y acordó juntarse en calle Pedro Molina, pleno centro judicial, pasar pagarle los $150.000 correspondientes.
Con las prendas de ropa en su mano, simuló que intentaba transferirle el dinero pero no tenía señal de celular. Con su carisma, la convenció de que le llevaría al día siguiente el efectivo. Eso nunca ocurrió y meses después fue denunciada por estafa. En octubre de 2024 cayó nuevamente detenida y quedó alojada en los calabozos de la Comisaría Cuarta ubicada en Ciudad.
Las estafas que nunca cesaron
Esa situación casi tocando fondo -nuevamente- fue aprovechada por Laura Salinas para cometer otro engaño, según sostiene la acusación. En el calabozo conoció a otra mujer detenida y le pidió su número de teléfono. A mediados de diciembre, le hizo una videollamada y le dijo que había obtenido al libertad -en realidad le habían dado la prisión domiciliaria- gracias a un contacto judicial que tenía y que había limpiado sus antecedentes.
Le pasó el contacto a la mujer. Era un número de teléfono de Buenos Aires. La víctima dialogó con esa persona, supuestamente llamada Aldana. Le terminó transfiriendo cerca de $400.000 para arreglar su causa judicial, algo que claramente nunca paso. A los días se dio cuenta que había sido estafada y radicó otra denuncia contra Laura Salinas.
Pero esos dos casos no son los únicos que tiene pendientes la estafadora serial. Una tercera acusación sostiene que en julio de 2024 contactó a una mujer que ofrecía el servicio de mesas dulces a través de Facebook. Su nueva personalidad era la de una médica obstetra esposa del fiscal Flavio D'amore -paradójicamente, este investigador judicial era de Delitos Económicos-.
La contrató para celebrar el cumpleaños de su hija en un salón infantil en agosto. En ese caso pagó el servicio. Pero en septiembre volvió a contratar la comida dulce para una reunión de amigas médicas. En ese caso no lo abonó.
Pero no sólo eso, sino que le prometió a la emprendedora que podía ayudarla a realizar un tratamiento de fertilidad sin costo. Sólo debía pagar $1 millón para realizarse unos estudios. La víctima lo pagó y si bien Laura Salinas la citó para un turno en una clínica, pero luego lo suspendió por una supuesta enfermedad de su hija. La situación se fue dilatando hasta que finalmente la víctima hizo la denuncia judicial.
Por este último hecho, el 5 de mayo pasado le revocaron la prisión domiciliaria a la estafadora serial. Incluso el jueves pasado la jueza Mariana Gardey le dictó la prisión preventiva, tal como pidió el fiscal Juan Ticheli. Ahora quedará alojada en la cárcel esperando ser juzgadas por los últimos tres hechos de fraude.
Con información de Diario Uno
