En Colombia, la situación en el departamento de Chocó es “alarmante” y los grupos armados están cometiendo “graves violaciones”, aseguró la Oficina de Derechos Humanos de la ONU tras visitar la región.
La Oficina de la ONU acompañó a la iglesia católica y organizaciones no gubernamentales en unas misiones a la zona. Juliette de Rivero es la representante de la dependencia.
“Debemos dar la voz de alarma de la situación porque es algo que las comunidades nos han pedido. Nos lo han pedido las madres de jóvenes reclutados en los últimos meses, las madres de niños que se han suicidado. Nos lo han pedido mujeres víctimas de violencia sexual”, dijo de Rivero, que hizo un “llamado contundente” a los grupos armados para que respeten la vida y los derechos humanos, publica la ONU.
Más de 5000 personas han tenido que desplazarse por la violencia en lo que va de año en ese departamento y más de 30.000 están confinadas. Las comunidades, explicó de Rivero, sufren además restricciones a sus prácticas culturales que amenazan la supervivencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Como trasfondo está la desigualdad estructural. Según cifras oficiales, el 74% de la población del Chocó no tiene acceso a agua potable. En Bogotá la cifra es del 0,6%.
“Existe una deuda del Estado y es importante que se expanda la presencia estatal en todas sus dimensiones”, aseguró la representante.
