El 8 de mayo de 2008, en la noche del Monumental, River conseguía su pasaje a los cuartos de final de la Copa Libertadores gracias al 2-0 parcial sobre San Lorenzo, que jugaba con dos hombres menos. Sin embargo, el entonces equipo dirigido por Ramón Díaz y con Andrés D'Alessandro en el plantel consiguió llegar al empate y eliminar al Millo gracias a la victoria 2-1 en el Nuevo Gasómetro. Más tarde aparecería Oscar Ahumada con la recordada frase del "silencio atroz", que es recordada hasta el día de hoy.
Tras el resultado adverso conseguido en el Bajo Flores, los de Diego Simeone tenían la obligación de dar vuelta la serie para seguir en la Copa. La noche había comenzado bien para River, que a los 11 del primer tiempo se había adelantado en el marcador con gol del Pitu Abelairas. Ya en el complemento el Loco Abreu (ex San Lorenzo), puso el 2-0 de penal, resultado que clasificaba a los de Núñez. Para colmo, las expulsiones de Diego Rivero y Jonathan Botinelli hacían pensar que era imposible que a River se le escapara la clasificación. Pero el fútbol da sorpresas, y aquel miércoles se dio una de las más recordadas del fútbol argentino, publica depo.com.ar
Con lo que tenía, el Santo buscaba lograr un gol que les permitiera ir a los penales. Este llegó promediando el segundo tiempo de la mano de Gonzalo Bergessio. Pero 4 minutos más tarde, un centro del Cabezón (hombre surgido de River) encontró la cabeza del Tanque, que convirtió el segundo y finalmente le dio a San Lorenzo el pasaje a cuartos, sentenciando así un golpe terrible al Millonario.
Pocos días después, el entonces volante de River Oscar Ahumada lanzó una frase célebre sobre aquel partido que quedaría para la posteridad. "Cuando San Lorenzo metió el 2-1 el estadio enmudeció. Yo he jugado en la cancha de Boca ganando 2-0 y el estadio se nos venía abajo. Se sintió ese silencio atroz y quizás después quedó expresado en la cancha. Por ahí necesitábamos ayuda de ellos. Esas cosas molestan. Los hinchas influyen en un partido", comentó.