El martes 24 de octubre del año pasado quedó grabado para siempre en la historia de la Iglesia Católica argentina. Aquel día el Papa recibió en audiencia al cardenal Marcelo Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.
Allí, el Sumo Pontífice autorizó al Dicasterio a promulgar el decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión de María Antonia de Paz y Figueroa. Allí se confirmó entonces el milagro y se dio inicio al proceso canónico que tendrá su concreción el 11 de febrero.
Ya en 2010 el entonces papa Benedicto XVI consideró “venerable” la tarea de María Antonia de Paz y Figueroa por practicar “virtudes cristianas en grado heroico”.
Luego fue beatificada por Francisco al reconocerle un milagro al reconocerle un milagro de sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien había recuperado la salud en 1900 por intercesión de María Antonia de Paz y Figueroa.
Testimonios
A partir de la confirmación fueron múltiples las muestras de alegría que comenzaron a expresarse en Santiago del Estero por la noticia.
La Madre Norta Huertas, franciscana y representante legal del Instituto Madre Mercedes Guerra expresó que “nos llena el corazón, saber que una santiagueña llega a los altares es una bendición muy grande para la Iglesia argentina y santiagueña. Debemos darle gracias al Señor”.
Además recordó que “se trabajó mucho para que los niños conozcan la vida y obra de ella”.
