
Carlos Morales, oriundo de Ushuaia, Tierra del Fuego, emprendió hace seis meses un viaje con destino a Cartagena, Colombia.
“Ahí está la mayor parte de la Renovación Carismática. Voy a hacer unas cositas espirituales”, justificó, durante una parada técnica por Santiago del Estero, en diálogo con el equipo de Nuevo Diario.
Morales es un ciclista de más de 65 años (no quiso precisar su edad), pero que se siente de 25. Conduce una bicicleta naranja, bautizada por un desconocido como “La Poderosa”, al igual que la motocicleta de Ernesto “Che” Guevara, y lleva imágenes de Jesús, Mahatma Gandhi y René Favaloro: “Ayudaron a los humildes”, destacó.
En el frente de su “casa”, como la definió, tiene un cartel con la consigna: “Viaje solidario”.
“El cartel invita a dialogar. Si no lo llevo, cuando tomo mate, la gente piensa: ‘No lo voy a molestar’. El cartel invita a que se paren”, explicó.
Morales, padre de un juez y de una odontóloga, conoció el viernes pasado la fiesta de la abuela Carabajal, que se desarrolló en la ciudad de La Banda.
“Había dejado Santiago para la última parte (del recorrido). Quedé impactado, sorprendido. Me encontré con una norteamericana que también andaba en bicicleta, y ella decía lo mismo, que estaba sorprendida. Santiago es una belleza. La gente es muy cálida. Estoy maravillado”, elogió.
“El Tibetano”, como se hace llamar, aún no sabe cuántos días se quedará en la “Madre de Ciudades”. “Me voy desviando de acuerdo a lo que tengo ganas de recorrer. Si bien a la Argentina la hice ocho veces, siempre queda algo por recorrer. El hombre propone, Dios dispone”, recitó.
Morales, antes de continuar pedaleando con destino incierto, dejó una frase: “Que cada uno trate de practicar la parte solidaria”.