La costanera del río Dulce fue el escenario de una velada cargada de amor y emoción, cuando Hugo Frías decidió dar un paso inolvidable en su vida: proponerle matrimonio a su pareja en un entorno cuidadosamente decorado para la ocasión. Con luces cálidas, pétalos de rosas, y un mensaje claro de amor eterno, el joven santiagueño se ganó el corazón de todos al demostrar que el romanticismo aún sigue vivo.
“Más que agradecida con vos, Hugo, por confiar en mi trabajo para celebrar este momento tan especial”, agregó la decoradora, visiblemente emocionada por el resultado final del montaje, que combinó estética, sentimiento y una escenografía de ensueño junto al río.
Esta propuesta no solo quedó en la memoria de la feliz pareja, sino también en el corazón de quienes creen que el amor verdadero aún se celebra con gestos grandes y sinceros. Y Hugo Frías, sin dudas, se consagró como el santiagueño más romántico.