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La Provincia

Estiman que para 2045, los casos de cáncer de riñón aumentarán en la Argentina más del 50%

Especialistas destacan la importancia de prevenir esta enfermedad que, detectada a tiempo, puede tener un pronóstico favorable.

Según el Observatorio Global del Cáncer, en el ranking de incidencia el cáncer de riñón está en el puesto 14°, mientras que en el de mortalidad está en el 16°. A pesar de no ser uno de los tipos de cáncer más prevalentes, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer ha advertido sobre el aumento de casos en todo el mundo. En Argentina, el organismo internacional proyectó que los casos subirán en 2045 un 56,1%. Sin embargo, en el marco del Día Mundial del Cáncer Renal, los especialistas afirman que la prevención y la detección temprana son fundamentales para el éxito de su tratamiento.

Las causas del cáncer renal se relacionan principalmente con alteraciones en el material genético de las células del riñón, que pueden ser hereditarias o adquiridas a lo largo de la vida. Estas últimas son las que se dan en la mayoría de los casos y se deben a factores como el tabaquismo, la exposición a sustancias químicas o la obesidad. Por eso, "dejar de fumar, hacer ejercicio regularmente, mantener una alimentación saludable, controlar la presión arterial y evitar la exposición laboral a sustancias tóxicas como el tricloroetileno son medidas clave de prevención", explicó Gabriela Bugarín (MN 71988), que actualmente es directora médica de Oncología de un laboratorio en Buenos Aires.

El cáncer de riñón se clasifica en diferentes estadios, que van del I al IV, según el tamaño del tumor y el grado en que se ha extendido. En los más tempranos, el tumor suele estar limitado al riñón. A medida que avanza, puede comprometer vasos sanguíneos cercanos.

"Uno de los principales desafíos del cáncer renal es que no suele presentar síntomas en sus primeras fases. Al estar ubicado en una zona profunda del cuerpo, los tumores pequeños no pueden detectarse con un examen físico. A menudo el diagnóstico llega por casualidad, a partir de imágenes solicitadas por otros motivos. Por eso, es fundamental hacerse controles periódicos, en especial quienes tienen antecedentes familiares, enfermedades hereditarias o problemas renales crónicos. Ellos son los primeros que deben someterse regularmente a exámenes como ecografías, tomografías o resonancias", agrega Bugarín.

Los síntomas suelen aparecer cuando los tumores progresan. En esos estadios superiores pueden manifestarse síntomas como: sangre en la orina, dolor persistente en un costado de la espalda baja, una masa palpable en esa zona, fatiga, pérdida del apetito, adelgazamiento involuntario, fiebre prolongada y anemia.

El tratamiento del cáncer de riñón varía según el estadio de la enfermedad. En los estadios iniciales, la cirugía suele ser la primera opción, aunque también existen otras alternativas como la ablación o la radioterapia.

"Actuar a tiempo y hacerse controles preventivos sigue siendo la mejor herramienta para superar esta enfermedad", concluye Bugarín. De hecho, en los últimos años la incidencia de cáncer renal ha ido en aumento, impulsado en parte por el mayor uso de estudios por imágenes como la tomografía computada, que permite detectar tumores que antes eran imposibles de identificar.

Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la tasa relativa de supervivencia a cinco años para el cáncer de riñón localizado —es decir, cuando no se ha diseminado fuera del órgano— alcanza el 93%. Ahora, esta cifra desciende al 75% cuando se ha propagado a estructuras o ganglios linfáticos cercanos, y al 18% al hacer metástasis en órganos distantes.

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