Ayer, se celebró el Día del Árbol, fecha que se estableció con el propósito de resaltar la importancia de los árboles como recurso natural fundamental y remarcar el papel fundamental en la protección y conservación del suelo. Entre sus numerosas y vitales funciones, los árboles forman un pilar fundamental para el equilibrio de nuestro entorno.
Debido a esto, Nuevo Diario dialogó con Guadalupe Laitán, licenciada en Ecología y Conservación del Ambiente, como así también actualmente becaria doctoral Conicet-APN.
La licenciada expresó: “Creo que es una linda oportunidad para reflexionar sobre la importancia de proteger, valorar y hasta multiplicar las superficies arboladas y también crear conciencia sobre la importancia de los bosques, como componentes imprescindibles y con las múltiples contribuciones que brindan los árboles, no solo a nosotros sino también para la fauna y los seres vivos en general”, expresó Guadalupe Laitán al comienzo de la nota. Luego añadió: “Me parece necesario hacer un repaso de las contribuciones de los árboles al ecosistema, y se puede decir que capturan dióxido de carbono liberando oxígeno, regulan el ciclo biológico, protegen el suelo, reducen efectos del calentamiento global, entre otros. También cumplen funciones de paisaje y esparcimiento, a todos nos gusta disfrutar de un área verde y saludable. Es importante conocer cuáles son sus contribuciones y entender que funcionamos como un sistema y que necesitamos de su presencia”, desarrolló.
Sobre espacios verdes y urbanización, dijo: “Brindan sombra, regulan temperaturas, más aquí en Santiago del Estero con el verano que se tiene. Cuándo tenemos grandes concentraciones de edificios se crean islas de calor y no son saludables ni para nosotros ni para otros seres vivos. Debemos llamarnos a la reflexión y al compromiso de plantar árboles en nuestras veredas, barrios, plazas, etc. Debemos pedir por espacios verdes”. Luego enunció: “Hay que estar atentos a que las especies que se utilizan para el arbolado urbano sean nativas que estén adaptadas a las características climáticas de la provincia. El algarrobo da alimento, el mistol se utiliza para enfermedades respiratorias y cardíacas, entre otros. ¿Por qué no empezar a indagar sobre qué más podemos aprovechar sobre estas especies?”.
Al preguntar sobre algún proyecto, comentó: “Actualmente estoy trabajando en una investigación en escenarios rurales con nuestra fauna silvestre con comunidades campesinas y siempre con esta mirada de cuidar lo que se tiene y que somos una estructura que intercambia materia y energía”.
Por último, remarcó: “Es muy importante la presencia del Estado y participación de los científicos tenga un compromiso colectivo”.