Un comerciante de 27 años fue alertado por personal de la inmobiliaria que le alquila un local en una galería de calle Avellaneda al 300 del barrio Centro de la ciudad Capital, que el vidrio de la ventana que da a un patio interno estaba destruido. El damnificado se trasladó hasta el negocio y comprobó que todo estaba revuelto. Realizó un relevamiento de las pertenencias y estableció que le habían robado pulseras, cadenas, collares y anillos, todos de plata, acero dorado y acero blanco, valuados en $ 500 mil. Asimismo, se habían llevado 10 mil pesos que estaban en la caja registradora.
