Un matrimonio se encontraba atendiendo su parador sobre la Ruta Provincial 5, a la altura de la localidad del Tramo 16, departamento Banda. Alrededor de la una de la madrugada de ayer, ingresaron dos potenciales clientes. Se trataba de dos jóvenes que pidieron que les vendieran una gaseosa. El comerciante de apellido Coria (57 años) se fue al baño y dejó a su esposa, de apellido Gerez (52), que atendiera a los clientes.
Al quedar la mujer sola, los sujetos hicieron ver sus reales intenciones en el lugar. Uno de ellos extrajo un revólver calibre 38 y ambos amenazaron a la víctima para que entregara la plata de la presunta venta de un automóvil.
En ese momento, Coria salió del sanitario y en el salón del parador advirtió la violenta escena en la que estaban amenazando a su esposa. El hombre enfrentó a los asaltantes y comenzó a forcejear con uno de ellos. En medio del enfrentamiento físico, el restante le propinó un culatazo con el arma de fuego en la cabeza, provocándole un corte del que comenzó a perder abundante sangre. A causa del impacto, la víctima cayó al piso y sufrió un fuerte golpe en la rodilla derecha, al caer con todo su peso sobre esa extremidad.
Los malvivientes aprovecharon para apoderarse de 50 mil pesos de la recaudación y seguidamente ingresaron en las habitaciones de la casa de las víctimas, ubicada en la misma propiedad, y buscaron más efectivo, pero no encontraron nada.
Los ladrones se dieron a la fuga y la mujer llamó a la Policía para solicitar ayuda médica para su marido.
El hecho delictivo generó la presencia del personal de la Comisaría Comunitaria Nº 14 y de una ambulancia, tras lo cual Coria —quien había permanecido en el piso— fue trasladado al Centro Integral de Salud de la ciudad de La Banda, donde le practicaron curaciones y fue sometido a estudios médicos.
Técnicos de Criminalística de la Departamental 5 realizaron pericias y secuestraron desde el piso cinco balas calibre 38 que se les cayó a los malvivientes durante el feroz forcejeo.
