En solidaridad, porque no tenía dónde vivir, le dieron asilo en su hogar durante 10 años. Pero con el paso del tiempo, le pidieron que se retire de la casa y, en ese momento, se iniciaron los problemas. Amenaza, insulta y agrede a los dueños del lugar, mientras realiza obscenidades en el inmueble.
La denuncia fue realizada por un docente de 36 años, residente en la zona sur de la Capital. La víctima indicó que reside en el inmueble junto a su esposa e hijos de 12, 7 y 1 año. Además, reside también en su casa su padre.
Hace aproximadamente 10 años atrás, el padre del denunciante cobijó en su propiedad a un allegado a la familia. El agresor no tenía adónde vivir. Por lo que le permitieron que realizara una pieza en la parte trasera del terreno.
Pero hace unos meses, el dueño del inmueble comenzó a realizar los trámites de la escritura. Por lo que le pidieron al huésped que se retire del inmueble.
El damnificado y su padre hablaron con el denunciado. Le explicaron la situación y éste les respondió que “él construyó en el lugar una habitación con techo de chapa y que solo se iría del lugar si le pagaban”.
Las víctimas trataron de hacerlo entrar en razonamiento, por lo que el sujeto comenzó a tornarse agresivo. El mismo comenzó a insultar a los presentes, mientras vociferaba a los gritos palabras obscenas.
Posteriormente, comenzó a tener actitudes conflictivas con la familia damnificada. De acuerdo con lo manifestado por el denunciante, el sujeto comenzó a realizar sus necesidades fisiológicas al costado de la habitación de su hija de 12 años. Le habrían reclamado su actitud, por lo que el sujeto habría comenzado a agredir verbalmente.
La adolescente, además, le reveló a su padre que habría observado al denunciado realizar exhibiciones obscenas, mostrándole el miembro viril.
La víctima indicó que teme por la integridad física de su familia, ya que sería una persona violenta y que no controla sus reacciones.
