El cadáver de un hombre fue mantenido en el interior de una casa de Kanpur, India, porque su esposa y su madre se negaron a aceptar que había muerto.
Vimlesh Sonkar perdió la vida tras contagiarse de Covid-19 y escalar a una grave neumonía, sin embargo, sus familiares creían que en realidad había caído en coma, del cual algún día no muy lejano despertaría.
La esposa del hombre de 53 años lo mantuvo 18 meses en una habitación de su casa; toda la familia lo limpiaba y lo cambiaba todos los días. La madre y la esposa del hombre decían que "estaba vivo" porque lo oían respirar.
Vimlesh Sonkar junto a su esposa
"Cada vez que se preguntaba a la familia sobre su paradero, decían que Vimlesh estaba enfermo. La familia también trajo cilindros de oxígeno y les dijo a los lugareños que estaba en coma y que estaba siendo tratado en su casa. Estaban convencidos de que estaba vivo y mejoraría", comentó la policía a medios locales.
No fue a trabajar durante un año y medioPara conservar el cuerpo de su marido, la mujer usó un popular producto de limpieza desinfectante y antiséptico, lo que impidió que las bacterias crecieran en la piel, asimismo dejaban el aire acondicionado encendido las 24 horas del día.
La viuda también confesó que regularmente le daba masajes al cuerpo de su difunto esposo y roció agua bendita conocida como "gangaja" sobre su cuerpo en un intento de despertarlo del "coma".
Vimlesh Sonkar, el occiso
La oficina de impuestos para la que trabaja Vimlesh mes tras mes recibió permisos y licencias que solicitaron sus familiares.
Los restos del hombre fueron descubiertos hace unos días, cuando desde su lugar de trabajo enviaron a alguien para investigar la prolongada ausencia del funcionario.
Momento en el que retiraban el cadáver del hogar
Fue entonces que se dio aviso del hallazgo a las autoridades, por lo que un equipo de médicos y policías ingresó a la propiedad para retirar el cuerpo que fue llevado, nuevamente, a un hospital, donde se confirmó su muerte. Finalmente Sonkar fue incinerado en presencia de la policía.
Con información extraída de Clarín
