Después de 2 años de gestión pareciera que estamos transitando por un callejón cada vez más angosto y oscuro en nuestro país. Un mix de variables económicas y financieras que dejan un sabor amargo sobre todo en este año que termina.
Una inflación en dólares cada más alta, un BCRA y un Tesoro Nacional cada vez más endeudado, altas tasas que hasta ahora solo condujeron a una contracción del crédito, caída de la actividad comercial, entrada de capitales especulativos y el eterno juego de la bicicleta financiera. A su vez una inflación que dejó por el piso la meta del BCRA de alcanzar el 17% en el corriente año.
Inflación en pesos:
El BCRA utilizó el Benchmarking para hacer uso de las políticas monetarias de otros países consistentes en la establecerse metas inflación. Proyectó un 17% para 2017 y de un 10% para 2018. Ya quedó superada la proyección para este año, estimándose que rondará el 23%, y sin mostrar ánimos de descender.
Los precios se vieron castigados este año por dos aumentos tarifarios, aumento de los peajes, encarecimiento del crédito y de combustibles que incidieron en los costos de las empresas y hogares. Además también se sumó para fogonear aún más la inflación una emisión monetaria del 27% anual.
Para contenerla y obligarla a tomar un camino bajista el BCRA y el gobierno tomaron dos medidas que no dieron resultado hasta el momento: anclar el tipo de cambio y pagar tasas de interés reales positivas muy por arriba de la inflación.
Inflación en dólares:
El peso se depreció 9,7% desde enero a noviembre de este año, la inflación es del 23%, por lo tanto los costos en dólares se incrementaron 14%, aproximadamente. Esto pegó fuerte en el campo que, con fuerte aumento del precio de flete y caída en el precio internacional de los comoditties, optaron por retener en los silobolsas lo producido y esperar hasta la llegada de mejores condiciones.
Se incrementó el déficit de la balanza comercial, ya que esta situación de tener el dólar bajo, generó más compras para atesoramiento y pago de importaciones y mayores salidas de divisas por turismo.
Déficit fiscal - Deuda externa e interna
A diferencia de la gestión anterior el gobierno de Mauricio Macri optó por cubrir el déficit fiscal, mediante emisión de deuda. Un déficit fiscal de $ 350.000 millones en los primeros 10 meses del año (85% más que el año anterior). En principio generó un doble discurso en su política monetaria ya que se incrementó la deuda externa, pero aún así no bajó la emisión monetaria.
No solo que no disminuyó la impresión de billetes, sino que creció a un ritmo del 27% anual, algo paradójico ya que la meta de inflación para este año era 10 puntos porcentuales más abajo. Además siguiendo con el porcentaje de crecimiento de la inflación la base monetaria se incrementó en lo que va del año en $ 890.000 millones, esto es un crecimiento del 23% interanual.
Desde diciembre de 2015 a la actualidad la deuda pública creció un 35% pasando de U$S 253.989 millones a U$S 342.0000 millones, representando el 61% del PBI, mientras que en 2015 era solo del 46%.
Dado que el mercado es muy chico y una venta de los dólares que ingresan por préstamos hundiría aún más la cotización, el BCRA sale a su auxilio a comprar esos dólares y como contrapartida emite pesos que luego debe salir a absorber mediante emisión de Lebac.
Esto produjo un incremento del stock de reservas que alcanzan los U$S 54.764 millones, y un aumento desmesurado en las tenencias de Lebac por parte de la entidad rectora. El stock de Lebac ya superó el billón de pesos ($ 1.165.200.000.000,00), es decir que con las reservas actuales no alcanza para cubrir el total de letras del Central y estas últimas representan un 130% de la BM.
Para esto todas las semanas debe mantener alta la tasa de referencias (corredor de pases) y una vez al mes tentar a los inversores a quedarse en las Lebac, renovando al vencimiento y evitando que esa enorme masa de pesos se vuelque al mercado (principalmente al consumo y a la compra de dólares).
Las tasas de interés se encuentran al 29,5% en los plazos más largos. Con este nivel de tasas se incrementa mes a mes el déficit cuasifiscal del BCRA, se produce una notable caída en la actividad económica producto de aumento del los costo del crédito y genera un atraso cambiario que golpea a la competitividad de empresas exportadoras.
En los primeros diez meses de este año el Banco Central realizó dieciocho operaciones de compra de divisas al Tesoro por U$S 14.374 millones (equivalentes a unos $ 239.900 millones) que luego debe salir a absorber del mercado.
Balanza Comercial y Fuga de Capitales:
Este año terminará sin registrar un saldo positivo comercial. Según el Indec en octubre del actual, las exportaciones alcanzaron 5.241 millones de dólares y las importaciones 6.196 millones de dólares. El déficit en la balanza comercial fue de 955 millones de dólares.
Esto trae acumulado en los primeros 10 meses del año un déficit de U$S 6.115 millones. Las exportaciones no solo se ven perjudicadas por el atraso cambiario sino también por la caída del precio de bienes.
A su vez un dólar a 17,5 es percibido como accesible por parte de los agentes económicos que atesoraron U$S 16.853 millones en el último y gastaron en el exterior U$S 8.426 millones ambos en los últimos 12 meses.
La cuenta corriente tuvo un rojo de U$S 12.700 millones, contra los U$S 7.700 millones del mismo período del año anterior.
Echando más gasolina al fuego:
1) El gran ausente este año, fue la IED (Inversión Extranjera Directa), no solo que del exterior no ven un país apto para la inversión genuina (no financiera), sino que los empresarios locales también replican estas acciones y postergan las suyas.
2) Según la UCA en su último informe reveló el 31,4% de los argentinos vive actualmente en una situación de pobreza, lo que representa a unas 13,5 millones de personas. Además hay un 5,9% de personas en situación de indigencia que representan a cerca de 2,5 millones de argentinos. En comparación a 2015, hay menos pobres pero más indigentes.
3) Este mes hay que “festejar” porque llega el Iphone 8, la “solución” para nuestra economía.