Juan Carlos “Negro” Ramos, fotógrafo con una larga trayectoria en el periodismo gráfico como reportero en Nuevo Diario, dejó de existir ayer.
Sin embargo, quedan selladas a fuego miles de anécdotas de quien supo hacer de la amistad y el compañerismo una forma de vida.
Se destacó como fotógrafo en numerosos eventos deportivos, sociales, políticos; coberturas nacionales e internacionales. Siempre ejerciendo con pasión y compromiso su profesión, la que llevaba en la piel.
Estuvo en asunciones y visitas presidenciales, cubrió desde el rescate de los mineros en Chile, hasta partidos de la Selección Argentina, siempre llevando con su lente “su mirada” de lo que acontecía.
Amó el rubgy y a su Old Lions, el club que lo cobijó desde muy chico y al que frecuentaba en reuniones de excompañeros y jornadas festivas.
Dejó de existir uno de los testigos privilegiados de la historia santiagueña de las últimas décadas.
Nadie podrá borrar sus “Clicks” que describieron y contaron miles de historias.
No se va quien permanece en lo que hizo. La cámara reposa a la espera de que la tomes nuevamente “Negro”, porque ella te va a extrañar como lo haremos quienes te conocimos y con quienes forjaste una amistad y compañerismo a prueba del paso del tiempo.
