Violando una perimetral impuesta por la Justicia por un caso de violencia de género y sin temor de que su expareja activara el botón antipánico, un sujeto irrumpió en su casa, se atrincheró y luego se ocultó en el ropero. Fue detenido.
Cerca de las tres de la madrugada de ayer, una joven de 22 años residente en el barrio Belén de la Capital escuchó un ruido extraño en su casa. Se despertó y, al mirar por la ventana, descubrió que era su expareja. De inmediato, tomó su celular y activó el alerta a la Policía.
Los efectivos se hicieron presentes en el inmueble, por lo que el sospechoso se retiró del sitio con rumbo desconocido. Pero al cabo de unos minutos, regresó. En la oportunidad, pudo ingresar a la casa de la mujer.
El violento tomó un elemento cortante y se atrincheró, y la dueña de casa nuevamente llamó a la Policía. Los efectivos se hicieron cargo del procedimiento de rigor. Al verse sorprendido, el sujeto decidió ocultarse en el ropero de la habitación de la mujer.
La damnificada les permitió a los policías ingresar al inmueble, y lograron inmovilizar y esposar al sospechoso. Fue trasladado a sede policial, mientras que la víctima radicó la denuncia penal correspondiente.
En el hecho se dio intervención a la Unidad Fiscal de Capital que ordenó una serie de medidas judiciales a seguir las próximas horas. Mientras que los peritos de la División Policía Científica realizaron los trabajos de rigor.
