Un incalificable sujeto domiciliado en el capitalino barrio Siglo XXI, que está detenido por estar acusado de haber manoseado a su hija desde que esta tenía 7 años, a la que después habría violado, deberá permanecer alojado en un calabozo ya que la Dra. María Pía Danielsen —jueza de Control y Garantías para la Circunscripción Capital— le dictó la prisión preventiva por dos años.
Los hechos fueron denunciados en 2017, y el inculpado se mantuvo prófugo hasta junio de este año, cuando fue detenido en la vía pública por personal policial que cumplimentó una orden de captura nacional e internacional que pesaba sobre el individuo.
La Dra. Jésica Lucas, integrante de la Unidad Fiscal para delitos contra la integridad sexual y violencia institucional, imputó al sujeto el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia preexistente, ya que la víctima y el inculpado vivían en la misma casa, lo cual aprovechaba este para cometer los abusos.
La menor contó en la escuela que era abusada sexualmente por su padre, por lo que la directora del establecimiento convocó a la madre y le informó de la grave situación develada por la niña —de 12 años en ese momento—, quien también contó que el progenitor le hacía ver “cosas pornográficas”. La denuncia no se hizo esperar y la jueza Danielsen libró la orden de detención el 31 de agosto de 2017, aunque el sujeto no pudo ser habido.
Pretende desdecirse
Al exponer en Cámara Gesell, la menor en principio se mostró reacia a contar sobre los abusos, e inclusive pretendió desdecirse, indicando que en realidad ella había mentido, que tenía un novio con el cual había mantenido relaciones. Sin embargo, cuando le consultaron datos sobre ese novio y sobre las relaciones, la menor no supo precisar nada, notándose que había sido influenciada para que se desdijera de sus dichos.
Solicitud de la fiscal
La fiscal Lucas requirió que se dicte la prisión preventiva para el inculpado, advirtiendo sobre la existencia de peligros procesales, y recordando que el sujeto se mantuvo prófugo casi cuatro años, además de mencionar la vulnerabilidad de la víctima y la pena en expectativa. Indicó que aún restan producir medidas procesales, como una Cámara Gesell a una amiguita de la víctima, a la cual esta también le contó sobre los abusos, y los exámenes psicológicos y psiquiátricos.
Planteo de la defensa
La defensora oficial Luciana Jiménez, quien asiste al inculpado, se opuso al pedido fiscal y pidió excarcelar al sujeto, negando que este estuvo prófugo, ya que todo el tiempo estuvo trabajando en una empresa privada. Aunque sabiendo que pesaba orden de detención en su contra, el individuo no se presentó ante la Justicia.
Al ser indagado, el inculpado manifestó que su hija le había reconocido que había mentido.
La jueza consideró que las evidencias colectadas, como testimonios de la directora de la escuela, de la médica que examinó a la niña, a quien esta le contó sobre los abusos y los informes médicos, entre otras piezas probatorias, eran suficientes como para dictar la prisión preventiva.
