En el ámbito laboral un correo electrónico se debe responder dentro de las 24 horas de haberlo recibido.
Los diferentes arquetipos de servicios digitales permanecen inmunes a la pandemia actual. De hecho, pareciera que el mundo está focalizado en potenciar vendedores profesionales de e-commerce y fabricantes de experiencias online.
A partir de hoy y de este contexto actual, identificamos los maleducados en cada área de la red.
Internet es la mayor colectividad multiétnica, multilingüística y multireligiosa que haya existido jamás y Netiquette es el conjunto de reglas para el mundo electrónico, que surge para que la convivencia sea lo más llevadera posible en el ámbito virtual.
Netiquette son pautas no establecidas que se están imponiendo, cuando construimos un proyecto online es de suma importancia que las personas sean educadas.
Recuerde: hay seres humanos del otro lado de la pantalla.
En esta primera publicación analizaremos la “mala educación” en los e-mails. Porque se puede ser un maleducado en el mundo concreto y en internet. Ordinario en la “realidad”, ordinario en la redes…
¿Cómo detecto un “maleducado virtual”?:
Ignora un correo electrónico: Un correo electrónico debe ser respondido dentro de las 24 hs, si no con una respuesta adecuada, al menos con un “no puedo en este momento, pronto contestaré”, “no”, o “no me interesa”.
Se escapa: Comienza la correspondencia epistolar o la conversación, “borrándose” en el medio sin dar más señales de vida por un tiempo determinado.
Le resta importancia: minimiza la preocupación del remitente, que escribe solicitando información o asistencia.
Se abruma con la cantidad de correo recibido: cuando ve muchos correos, directamente no los contesta.
Piensa que todo es spam: sin siquiera prestar atención al remitente o al asunto, envía a la carpeta de “no deseados”.
No usa un tono adecuado en la redacción: no importa cuán apurado esté, no se responde de igual manera a todos los correos. Y jamás se lo hace en forma desatenta. Salvo que haya extrema confianza, por más que la respuesta sea un simple “si” o “no”, siempre debemos anteceder el “Estimado señor” “Querido amigo”, o la palabra mágica: el nombre de a quien le escribimos. (si, nuestro nombre, lo primero que escuchamos de nuestra madre, es a nivel consciente o inconsciente la palabra mas linda a nuestros oídos)
A través del manejo y del cuidado de estos modos, otorgamos la seguridad necesaria para captar un cliente, un socio para un proyecto o quizás un posible proveedor.
Cuando no sabemos expresar lo que queremos decir, nos ganan la torpeza, la antipatía de otros y tal vez, hablamos cuando debíamos callarnos. Educarnos es el camino.
Buenos modales, mejores empresas.
