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Opinión #Opinión

La Confianza

Parece increíble que la economía, que es una ciencia social, sea tan dependiente de una variable como la confianza.

Tratemos de entender por qué.

 

La confianza es en definitiva una sensación,  que se expresa  o materializa de diferentes formas en nuestra vida cotidiana, posiblemente en la gran mayoría de  nuestras relaciones personales, laborales, familiares, sociales.  

 

La confianza se logra a través de la coherencia a lo largo del tiempo, las actitudes que respaldan promesas y el cumplimiento de los compromisos asumidos, entre otras cosas. Permite generar expectativas presentes y futuras; cuando las mismas son sólidas, tienden puentes entre el corto y el largo plazo.

 

En una economía, cuando los individuos que conforman dicha sociedad  tienen confianza entre ellos, se materializan una serie de beneficios: Los costos de las transacciones en las relaciones económicas son más bajos. En otras palabras, comprar o vender cualquier bien o servicio, cuando hay confianza, evita sobrecostos monetarios, pérdidas de tiempo productivo y negociaciones largas y a veces poco fructíferas.

 

En términos del Gobierno, la confianza permite darle al mismo, la posibilidad de tomar deuda en caso de necesitarlo a tasas competitivas, pues los inversores consideran que el mismo cumplirá, y por lo tanto la tasa que cubre el tiempo y el riesgo del crédito es menor, respecto de un gobierno que sea menos confiable. Esta confianza a nivel País, se traslada también a las empresas que están radicadas en el mismo, facilitando a las firmas privadas tomar deuda a tasas razonables y competitivas.  

 

Además, la confianza en un gobierno permite generar inversiones productivas, las cuales precisan un horizonte de mediano a largo plazo, que les brinde seguridad jurídica y económica, manteniendo las reglas de juego en el tiempo, para poder recuperar la misma. Estas inversiones son fuentes genuinas de trabajo, crecimiento e incorporación de tecnología.  Las inversiones pueden ser de residentes del país, o de extranjeros. En este sentido, los extranjeros optaran por invertir generalmente en países donde la reputación de estos es confiable y segura, minimizando los riesgos para su capital. Los países en definitiva compiten a nivel global por atraer inversiones productivas, utilizando la confianza como un factor de ventaja competitiva. 

 

Las inversiones, generan la acumulación de bienes de capital, tanto en la calidad como en la cantidad de estos, que constituyen algunos de los factores que explican el crecimiento de las economías. 

 

Es condición necesaria, aunque no suficiente, que el Gobierno Nacional de señales de confianza para que el país retome el sendero de crecimiento sostenido y generalizado de la economía, en el mediano y largo plazo. De otra forma, el país seguirá perdiendo posicionamiento a lo largo de un mundo cada vez más globalizado y conectado. 

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