
Una persona nacida en Argentina en 2015 tiene una esperanza de vida de 76,3 años mientras que la media mundial se ubica en 71,4, un promedio que creció cinco años desde 2000, según los últimos datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los diez países con menos esperanza de vida del continente americano se encuentran Haití (63,5), Guyana (66,2), Bolivia (70,7), Trinidad y Tobago (71,2), Suriname (71,6), El Salvador (73,5), Granada (73,6) y República Dominicana (73,9).
A nivel mundial, la esperanza de vida promedio de una persona nacida en 2015 es de 71,4 años, cinco años más que en 2000, lo que —según indicó la OMS— representó el mayor salto desde 1960, “impulsado por las mejoras en la supervivencia infantil, los avances en el control de la malaria y la ampliación del acceso a los antirretrovirales para el tratamiento del VIH”, principalmente en el continente africano.
En el otro extremo de la tabla, hay 29 países en donde la esperanza de vida es superior a los 80 años. El listado lo encabeza Japón, con 83,7 años de media, Suiza (83,4), Singapur (83,1), Australia y España (82,8), Italia (82,7), Islandia (82,7), Israel (82,5), Francia (82,4), Suecia (82,4), Corea del Sur (82,3) y Canadá (82,2).
Si se tiene en cuenta la diferenciación por sexo, las mujeres sobreviven a los hombres en todos los países y en todas las regiones del mundo y el promedio mundial sitúa la esperanza de vida de ellas en 73,8 años y ellos 70 (69,1).
En Argentina, la esperanza de vida de las mujeres es de 79,9 mientras que los hombres 72,7.
El informe también calculó la cantidad de años durante los cuales una persona se mantiene sana, una cifra que se situó en los 63,1 años para ambos sexos en 2015. Según la OMS, este dato varía según la región y el sexo, pero por lo general, es un 11,7 por ciento (varía entre el 9,3 y el 14,7 por ciento) menor que la esperanza de vida.
Por sexos, la expectativa de tener buena salud para las mujeres es de 64,6 años, mientras que la de los hombres es 61,5.
Entre las principales dolencias que hacen que las condiciones de salud empeoren, están los problemas óseo-musculares (espalda o cuello especialmente), la depresión o la ansiedad, las enfermedades neurológicas, la pérdida de oído y de visión, y los problemas cardiovasculares y la diabetes.
El World Health Statistics es un informe elaborado por la OMS cada año desde 2005 con datos sobre la mortalidad, las enfermedades y los sistemas de salud de 194 países de todo el mundo en función de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas. “La inflamación es la primera respuesta del cuerpo en la reparación de lesiones músculo- tendinosas, por lo que inhibirla produce disminución del dolor, pero conlleva a que esas lesiones se prolonguen en el tiempo o se transformen en crónicas”, enfatizó.