Este 7 de agosto, comunidades de todo el país celebran el Día de San Cayetano a quien beatificaron como el patrono del Pan y el Trabajo.
San Cayetano nació en Vicenza en el año 1480. Estudió derecho en Padua y, después de recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma la sociedad de Clérigos regulares o Teatinos, con el fin de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero. Esta sociedad se propagó luego por el territorio de Venecia y el reino de Nápoles, permitiendo a San Cayetano distinguirse por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo.
Desde el lunes por la mañana, un gran grupo de fieles se congregó en el santuario de San Cayetano, ubicado en el barrio de Liniers, para aguardar la apertura de las puertas y agradecer en persona al Santo o para pedirle al patrono que le ayude a conseguir pan y trabajo.
Comunidades de toda la Argentina honran al santo con procesiones, misas y bendiciones especiales por los trabajadores y las familias e incluso muchos fieles han realizado la novena en preparación para la fiesta central.