En 2024, la presencia de un zorro silvestre en una zona de piedras de Playa Chica, en Mar del Plata, llamó la atención de turistas y locales. Más de seis meses después, el animal permanece en el lugar, y es considerado un curioso “vecino” de La Feliz, mientras especialistas del área de Guardaparques monitorean su bienestar.
La situación del animal en Playa Chica es supervisada por un equipo especializado (Christian Heit)" />
Entre las primeras medidas adoptadas, se solicitó a la población que evitara acercarse o molestarla, y, sobre todo, que se abstuviera de alimentarla.
En esta ocasión, sin embargo, las características del entorno y el buen estado en que se encuentra el animal llevaron a tomar una decisión diferente. “Por las condiciones del lugar y el buen estado en que se encuentra el animal, se decidió dejarlo y observar cómo evoluciona su capacidad de adaptabilidad al sitio. Por el momento, se lo nota muy cómodo, con espacios para resguardarse durante el día y con mucha disponibilidad de alimento”, afirmaron.
La zorra es monitoreada aproximadamente cada 30 días para evaluar su estado y asegurarse de que no haya inconvenientes con los visitantes o vecinos de la zona.
“Si en algún momento las condiciones actuales varían, por las circunstancias que fueran, y se vieran perjudicados ya sea el zorro o los vecinos, se capturará y llevará a un lugar más adecuado”, explicaron desde el equipo de Guardaparques.
Con esta estrategia, buscan garantizar tanto la seguridad del animal como la de las personas que frecuentan la zona.
Según el equipo de Guardaparques, la decisión de dejar al zorro en Playa Chica se basa en las buenas condiciones del entorno y en el bienestar que el animal parece haber encontrado en el lugar
Anteriormente, en uno de los intentos por capturar y trasladar a la zorra, el equipo de Guardaparques implementó una estrategia cuidadosamente planificada. A las 17:30, colocaron una trampa de manera discreta, para asegurarse de no generar ruido ni movimientos. La idea era que la intervención fuera sigilosa.
Media hora después, personal de Defensa Civil se sumó al operativo. Llegaron en una camioneta que estacionaron estratégicamente en una calle transversal cercana, con el propósito de minimizar cualquier posible molestia. Todo el procedimiento se llevó a cabo bajo estrictas medidas de sigilo, de modo que el zorro no se sintiera amenazado.
A pesar de los esfuerzos y la coordinación entre las áreas involucradas, el intento de captura no tuvo éxito. Sin embargo, el animal continúa moviéndose por la zona con naturalidad y, tal como contó el equipo de Guardaparques, ahora monitorean la situación. Según quienes han seguido de cerca el caso, la zorra parece sentirse cómoda y a gusto, al menos hasta ahora, como si hubiera encontrado en este rincón de Mar del Plata su “lugar en el mundo”.