El sábado, en la ciudad paquistaní de Karachi, cientos de cristianos se reunieron para llevar a cabo una protesta en contra de los actos de quema de iglesias y viviendas que habían ocurrido durante la semana en el este del país.
En la provincia de Punjab, específicamente en Jaranwala, los musulmanes protagonizaron un disturbio el miércoles a raíz de las acusaciones de que un individuo cristiano había profanado el Corán. Este incidente resultó en la demolición de la casa del cristiano, la quema de iglesias y daños a otras viviendas. Tanto la Policía como los habitantes cristianos de la zona confirmaron estos acontecimientos.
La gravedad de la violencia llevó al Gobierno a desplegar más fuerzas policiales y a enviar al ejército con el fin de colaborar en la restauración del orden público.
Las iglesias se encuentran realizando obras en comunidad para tratar de frenar los ataques: "El Ejército de Salvación está conmocionado y entristecido al enterarse de los ataques a las instalaciones del Ejército de salvación y otras iglesias cristianas en Pakistán. Pedimos oraciones de reconciliación y consuelo para todos los afectados."