La noche del viernes 13 de enero, una trágica balacera cerca del Aeropuerto de Tijuana dejó una víctima mortal: una niña de entre 14 y 15 años de edad. Según medios locales, la niña, identificada como Cristina "N", viajaba en un automóvil junto a su familia cuando dos vehículos con presuntos delincuentes comenzaron a dispararse entre ellos. El conductor del automóvil en el que viajaba la niña decidió orillarse para proteger a su familia. Tras preguntar si todos estaban bien, se dieron cuenta de que la niña no reaccionaba y procedieron a revisarla. Al ver la sangre la llevaron de inmediato a un centro asistencial, pero los miembros de la Cruz Roja confirmaron que la niña ya no tenía signos de vida.
La balacera en Tijuana no fue el único incidente de este tipo registrado recientemente en México. La noche del pasado 10 de enero, una persona fue ejecutada cerca de un Costco en Monterrey, Nuevo León, mientras que la tarde del 12 de enero se registró una balacera en Guaymas, Sonora. En ambos casos, los autores escaparon del lugar.
La violencia armada en México ha sido un problema creciente en los últimos años, con un aumento en el número de homicidios relacionados con el crimen organizado y la violencia callejera. Las autoridades han implementado diversas medidas para combatir el problema, pero aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad de la población.
La muerte de esta niña es una triste y desgarradora muestra de la violencia que azota a México. Es necesario que las autoridades tomen medidas efectivas para poner fin a esta situación. Es importante también que la sociedad se una para exigir un cambio y una solución a este problema.
