Dicen que la farándula argentina es una gran familia. En honor a la máxima, empezaremos a recorrer las desventuras de los astros del baile por el primero y por el último caso al mismo tiempo.
El campeonato de las pistas cumple diez años. Arrancó en 2006, cuando tuvo tres ediciones y, por lo tanto, hubo tres ganadores. La primera fue Carmen Barbieri, que con el 59 por ciento de los votos se impuso en la final a Dady Brieva. Cuando levantó el trofeo, Carmen estaba felizmente casada con Santiago Bal y transitaba un período de incipiente prosperidad económica. Después de la consagración apareció Ayelén Paleo y el matrimonio con Santiago voló por los aires.
Hasta cayó a un profundo precipicio económico por deudas impositivas que descubrió después de separarse de don Santiago. Todavía hoy, una década más tarde, se sienta en Intrusos para llorar cuitas y penas.
Nueve años después de aquel triunfo, el que salió a escena fue el hijo de Carmen y Santiago, Fede Bal. Junto a Laurita Fernández, el pibe repitió la hazaña lograda por la madre. Dio el golpe y se quedó con el trofeo. En diciembre de 2015, con el 51,82 por ciento de los votos, derrotó a la sorprendente Ailén Bechara. Detrás de cámara lo alentaba Barbie Vélez. Pasaron cinco meses.
Nada más que 150 días. Aquella escena de abrazos, besos y dedicatorias amorosas parece de la prehistoria. Hoy no sólo están separados. Son hasta enemigos judiciales, pues ella lo denunció por violencia de género y él le presentó una contrademanda por un tema similar.
Florencia de la Ve se volvió la ganadora con más votos de la historia. Dejó segunda a Emilia Attias. Las noticias desalentadoras no tardaron en llegar. En su momento de apogeo, Florencia compró un teatro en Carlos Paz que prontamente se volvería el motivo de su desvelo. Algunas diferencias con un socio comercial la llevaron a un estado casi de bancarrota. La capocómica intentó negar la situación, pero no tuvo más remedio que admitirla. Contó de sus penurias, de sus angustias y de su depresión. Hubo un tiempo, según dijo, en que casi no podía dormir. Poco a poco está saliendo, pero aquella jugarreta del destino fue muy brava.
Carla Conte fue la última campeona de esa temporada inicial. María Vázquez terminó segunda. Todavía se recuerda que no dejó a Marcelo Tinelli cortarle la pollerita cuando se subió al caño. Lo que sí se le cortó fue el viento a favor: poco a poco, fue quedando al margen de las grandes ligas de la tele. Reapareció en un ciclo de la televisión publica, pero sin éxito. El año pasado regresó en Infama. Este se pasó a Los unos y los otros. Pésima decisión: el programa ya no está al aire, y ella otra vez cayó a un limbo profesional.
A la ganadora del cuarto Bailando le sucedió algo parecido. En la final de 2007, Celina Rucci se impuso a Paula Robles con el 53,4 por ciento de los llamados. Pero su estrellato se nubló muy rápido. Se separó de su marido, y dejó de frecuentar los programas de mayor rating y las obras más importantes de la Avenida Corrientes. Era una mujer muy nombrada en los medios. Ahora casi no se habla de ella. Conduce un programa en C5N, de madrugada.
Pampita ganó en 2008. Barrió a Laura Fidalgo en la definición. ¿Hace falta recordar lo pesada que le cayó la palta, lo desabrigada que quedó al ver la manta amarilla de Nepal, el desarraigo que sintió al entrar al motorhome, el odio que le provocan los productos y las situaciones “made in China”? El día de la final, el primer beso como campeona se lo dio a Benja Vicuña. Todo dicho.
Un año después la vuelta olímpica la dio Silvina Escudero, que aplastó a Ricardo Fort. Los tropiezos amorosos posteriores a la coronación (con Matías Alé, con Martín Amestoy, con Tacho Riera, con Lucas Velasco) la convirtieron en una de las solteras eternas del ambiente. Algunos de esos muchachos, para colmo, le hicieron fama de chica complicada, por decirlo de alguna manera simpática. La suerte de la fea, la linda la desea… ¿no?
La temporada 2010 provocó una sorpresa mayúscula: la ganó Fabio la Mole Moli, que dejó segunda a Paula Chaves. El año pasado, el boxeador estaba confirmado para volver. Se descubrió que apoyaba las carreras de galgos. Defensora de los derechos de los animales, una de las hijas de Tinelli le pidió al padre que lo bajara. Adiós vuelta, entonces. Y la Mole, a sufrir una vida de perros.
Junto a Noelia Pompa, Hernán Piquín ganó dos años seguidos: 2014 y 2015. Doble ración para el bailarín: enfrentó una escandalosa separación de un novio, que lo acusó de violento, y también tuvo que hacerle frente al reclamo de “malos tratos” que le hicieron los bailarines que participaron de una obra teatral que encabezó y produjo. Salió sobreseído por la Justicia, pero la mancha es difícil de borrar.
Anita Martínez y el Bicho Gómez ganaron en 2014. Eran la pareja perfecta. Hoy ni siquiera se hablan. Se pelearon después de levantar el cetro y nunca pudieron encauzar las diferencias.
