
Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero y cardenal primado de Argentina, encabezó ayer la apertura de la puerta jubilar, bajo el lema "Peregrinos de esperanza", en la parroquia-santuario Santa Lucía.
"Uno de los actos del jubileo es poder recibir la gracia y el perdón de Dios. Revivir el espíritu para alcanzar, también, la limpieza de la que nosotros hemos escuchado tanto y de la que vamos a seguir hablando durante este tiempo", expresó antes de abrir la puerta y dar paso a la misa, la cual contó con la presencia de decenas de fieles y sacerdotes.
Este gesto, cargado de fe y esperanza, es un recordatorio de que, con la gracia de Dios, siempre podemos comenzar de nuevo. "El significado de abrir la puerta para encontrarnos con el Señor de la misericordia", señaló. "Necesitamos de su gracia, de su misericordia y de su paz para renovar nuestra fe y nuestra condición de cristianos", agregó.
Bokalic Iglic invitó a una mujer que portaba una imagen del papa Francisco a colocarla frente al altar. "Es un día muy significativo para nosotros, para la iglesia que peregrina en Argentina. Hace 12 años atrás, estábamos sorprendidos y conmovidos porque, en aquel momento, el cardenal Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, fue elegido por sus pares cardenales como el nuevo Sumo Pontífice", recordó.
Y siguió: "Nos ha tocado profundamente a todos los que compartimos este camino. Hay algunos que, por ahí, no se sonrieron mucho, porque pasan esas cosas. Hay algunos que no se sorprendieron tan gratamente, sabemos. Estas son las cosas de Dios, que ha querido que tengamos a este pastor para este tiempo. Un pastor que nació entre nosotros, que se crio entre nosotros, que se hizo cura entre nosotros, que se hizo obispo entre nosotros".
El arzobispo consideró que el Papa es "ama profundamente estas expresiones populares, como son las peregrinaciones". "Sabemos que está pasando un momento difícil por su salud, pero aún los agnósticos están rezando para que se sane y siga iluminando con su magisterio", cerró.