La vida es un viaje, un aprendizaje constante, una suma de posibilidades que permite desafiar límites propios para ir haciendo una experiencia siempre particular e irrepetible. Se trata de una búsqueda permanente que propicie el crecimiento y el desarrollo de diferentes aspectos personales. En esta sección, en la que vamos compartiendo distintas vivencias de santiagueños que recorren el mundo llevando a cuestas sus sueños, nos hemos ido encontrando con historias enriquecedoras y extraordinarias.
La que compartimos ahora es la de un joven profesional que desarrolla su actividad a miles de kilómetros de distancia pero con el corazón puesto en Santiago del Estero. Se trata de Ignacio Suárez Smith, de ciudad Capital de Santiago del Estero y tiene 27 años de edad.
“Estoy trabajando para una empresa multinacional que se encarga de desarrollar programas y software para diferentes clientes y yo estoy especialmente en la parte de desarrollo de software para aplicaciones móviles como Android por ejemplo. Estoy viviendo actualmente en Dubai”, contó en principio.
Cómo llegó la oportunidad
En ese aspecto señaló que “hace dos años que estoy trabajando en esta empresa y el año pasado me ofrecen relocalizarme es decir venirme a vivir a Dubai. No fue una decisión fácil, era una posibilidad muy interesante porque hay gente que se va sin tener ningún trabajo fijo y a mí me ofrecían irme a Dubai con buenas condiciones, con un lugar donde vivir y un trabajo estable haciendo lo que yo sé hacer. Por supuesto que para esta decisión conté con el apoyo de mi familia y de mis afectos”.
En el mismo sentido agregó: “Estoy en un emirato que es increíble. Es un lugar excelente para vivir. Lo pensé mucho igual porque nunca había estado fuera del país, incluso y mucho menos tan lejos. Sabía que de todas formas contaba con la opción de volverme si es que no me iba bien pero al tener un trabajo seguro era una motivación más especial de poder viajar y salir del país”.
Con referencia a la sociedad en la que convive actualmente resaltó: “Al responder con qué tipo de sociedad me he encontrado me enfrento a una pregunta difícil porque aquí solo el 20% de la población son nativos. El 80% restante son de diferentes partes del mundo. Entonces la diversidad cultural que hay, gracias a esta cantidad de gente, es muy notoria. La gente en sí es muy amable y muy buena, son serviciales siempre están tratando de ayudar en lo que se pueda mucho más cuando reconocen que no eres de ese lugar. Son muy respetuosos sobre todo. Eso no quita que haya habido un choque cultural al llegar, por ejemplo para nosotros los latinos no es común ver a mujeres tapadas a las que solo se le pueden ver los ojos o una persona con cinco mujeres alrededor que son sus cinco esposas por ejemplo, pero la sociedad en sí es muy buena y te permite insertarte rápidamente”.
Consultado acerca de lo que más le ha costado en su proceso de adaptación reconoció que “lo más difícil de estar a tanta distancia es que tenés a todos tus seres queridos, en mi caso mi novia, mis amigos lejos y los extraño. Extrañas ese tipo de cosas, la rutina, las cosas que hacías con ellos comúnmente en el día a día. Eso no lo tenés y en un momento se hace sentir. Por más que estés trabajando Esa es la parte más dura de venirte solo tan lejos de tu país, de tu lugar. Al ser varias personas las que hemos sido reubicadas para trabajar en la empresa, nos encontramos con compañeros de otras partes del mundo que también estaban solos y nos hicimos de alguna manera amigos más que compañeros de trabajo”.
Fortalezas y positividad
A esto sumó; “Lo positivo de estar lejos es también un poco la distancia paradójicamente, porque al estar lejos y al estar solo te da cierta Independencia donde podés decidir cosas que no habías decidido antes de alguna manera vas descubriendo ciertas facetas de uno mismo que por ahí no lo habíamos explorado por no estar en esta situación justamente. Eso lo tomo como una ventaja de poder explorar nuevas oportunidades nuevas posibilidades. Vas haciendo nuevos amigos, te vas vinculando con nuevas personas también en lo profesional. Este vas generando nuevas cosas es como dice el dicho; No hay mal que por bien no venga”.
En cuanto al ambiente laboral detalló que la adaptación fue rápida y muy buena. “Lo importante fue que al ser varios varias personas las que hemos sido removidas nos encontramos ahí con gente con la que solo hablábamos virtualmente o nos conocíamos a través de la computadora nos encontramos con compañeros de trabajo que estaban en la misma situación”, remarcó.
Sobre esto último agregó: “Yo soy el único que es de Latinoamérica que está en esta empresa, el resto son de algunos países árabes, otros son de Europa. De esta manera es que nos íbamos ayudando unos a otros porque sabíamos que si llegaba alguien nuevo iba a ser más duro para él entonces estábamos atentos a sus necesidades tal cual no me pasó a mí cuando llegué. Nos pasó a todos en principio, llegar a un lugar nuevo y estar adaptándote y sintiéndote solo. Por eso nos juntábamos para poder salir para hacer algunas actividades, para poder conocer un poco el lugar, para que sea un poco más fácil la adaptación. Al principio es todo nuevo y querés conocer y es como que no te golpea tanto la distancia pero cuando ha pasado un tiempo y sientes que ya estás adaptado si se siente mucho la distancia de los afectos. Esto uno no lo va superando, pero sí va aprendiendo a manejarlo”.
Emiratos y el fin del mundo
Entre los puntos altos de vivir en este emirato Ignacio subrayó: “Lo que más me gusta de este país es la seguridad, ese es un punto muy alto dentro de este emirato. Vos podés salir a caminar a las 4 de la mañana o volver a cualquier hora y no te pasa nada O puedes dejar tu laptop en un bar en una mesita afuera y sabes que nadie te la va a robar Por más que te lo olvides ese es un punto muy fuerte ya que hace a la tranquilidad con la que puedes andar con la que puedes recorrer y conocer el lugar e incluso trabajar con mucha tranquilidad”.
En cuanto a lo que más le consultan al saber de su procedencia, comentó: “Me preguntan sobre Messi, ese es un tema puntual que se destaca ni bien saben que soy de Argentina. Por otro lado, muchas veces hablamos con unos amigos musulmanes acerca de la diversidad cultural, acerca de las diferencias que encontramos con las culturas de nuestros propios países. También me preguntan mucho Dónde queda mi provincia porque la mayoría conoce por supuesto a Buenos Aires, pero no saben dónde queda ubicado Santiago Del Estero. Cuando les explico que queda a un poquito más de 1000 km de distancia de Buenos Aires no pueden creer que haya esa distancia entre una provincia y otra. No pueden creer la extensión que tiene Argentina, lo grande que es nuestro país. En cambio acá si haces 1000 km estás en otro país. Otro de los temas que me preguntan es acerca de los climas y por supuesto el fenómeno Milei también es una un punto de consulta. Porque si bien fue una especie de impacto nadie sabe bien de qué se trata todavía. Me preguntan en lo personal qué cosa solía hacer yo los fines de semana, acerca de algunas comidas lo que tiene que ver con nuestra diversidad cultural sobre todo Esos son los temas centrales en los que me consultan, la gente que me conoce los que ya son amigos míos y con los con las personas que nos vamos conociendo a nivel mundial”.
Para finalizar Ignacio compartió una reflexión: “Extraño cada día a Santiago. Extraño a mi novia, mi familia, mis amigos. Esas juntadas que salían de la nada. Todas las cosas que eran habituales y muy normales que hoy no son tan habituales por la distancia en la que estoy. También es un aprendizaje porque uno aprende a valorar muchas cosas. Parece un cliché, pero en realidad es que uno a la distancia aprende a valorar las pequeñas cosas cotidianas con las que contaba y hoy no están. Está en mis planes volver al menos de visita por ahora, porque sigo teniendo mi trabajo aquí. No sé si volveré definitivamente por ahora estoy en un constante aprendizaje y eso es muy bueno para mí pero no puedo decir que no volvería a Santiago o que sí volvería”.
