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La Provincia El domingo, el padre Marcelo, de la iglesia San José de Las Petacas, dio una misa en Alto Alegre

Procedentes de Córdoba, arribarán hoy a Santiago los restos del teniente Olivera

Se estima que a las 16 llegará el cuerpo del militar a su pueblo natal, Alto Alegre (Alberdi). Una delegación del Ejército rendirá los honores.

Los restos del teniente del Ejército Argentino, Ignacio Emanuel Olivera, arribarán hoy a Santiago del Estero, procedentes de Córdoba, donde permanecían en una unidad militar.

El militar, oriundo del paraje Alto Alegre, departamento Alberdi, será despedido por su comunidad en un clima de profundo dolor.

Olivera, miembro del cuerpo de elite Comandos del Ejército, falleció durante una maniobra de entrenamiento que forma parte del exigente proceso de preparación al que son sometidos los efectivos de esa unidad. El hecho, cuyas causas aún no han sido oficialmente detalladas, es motivo de una investigación en el ámbito de la Justicia Federal y bajo jurisdicción militar.

El pasado domingo, en la casa de los padres del fallecido, el párroco de la iglesia San José de Las Petacas, padre Marcelo, ofició una misa íntima a la que asistieron familiares y allegados, entre ellos la hermana de Ignacio, la médica Nancy Olivera, quien se desempeña en el hospital de Monte Quemado y otro de los hermanos que es miembro de Gendarmería Nacional.

Está previsto que, tras el arribo del cuerpo, se realice un velorio reservado para familiares y amigos cercanos en el paraje Alto Alegre. Mañana por la mañana se celebrará una nueva misa en el domicilio familiar, tras la cual los restos serán trasladados al cementerio local.

Una delegación militar que llegará desde la provincia de Córdoba estará en el pueblo para rendir honores al teniente Olivera, en reconocimiento a su entrega y servicio.

Desde las Fuerzas Armadas destacaron su trayectoria y compromiso, asegurando que se tomarán las medidas necesarias para esclarecer lo sucedido y reforzar los protocolos de seguridad.

En medio de la conmoción, la comunidad de Alto Alegre se prepara para despedir a uno de sus hijos pródigos.

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