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La Provincia El camino que la llevó para su santidad y ser reconocida por su figura preponderante en la historia

“Mama Antula rompe con las estructuras sociales-religiosas de su contexto histórico”

De esa manera se refirió el historiador René Galván sobre la figura de sor María de San José, quien en un mes será canonizada.

Mucho se dijo de la figura de María Antonia de Paz y Figueroa o como ella se hizo llamar en la segunda mitad del siglo XIII, sor María de San José, y más conocida como Mama Antula.

La misma que tuvo un papel muy importante para forjar a la Patria que hoy conocemos desde el apoyo y respaldo espiritual a figuras como Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Manuel Alberti y hasta el mismísimo Manuel Belgrano.

En tal sentido, Nuevo Diario dialogó con René Galván, historiador, y compartió su mirada en la relevancia que tuvo en la historia nuestra próxima primer santa argentina y sobre todo santiagueña, Mama Antula.

Es por ello que afirmó el historiador: “María Antonia de Paz y Figueroa fue una mujer que rompe con las estructuras sociales-religiosas de su contexto histórico. Cuando lo esperable para una mujer de una familia bien posicionada era el casamiento o, en su defecto, que tomara los hábitos como monja, María Antonia asume una postura intermedia: la de ser laica consagrada ante la expulsión de los jesuitas.

María Antonia de Paz y Figueroa nació en Santiago del Estero en 1730. Durante mucho tiempo se adjudicó a Villa Silípica como su lugar de nacimiento. En cambio, el historiador Alberto Bravo de Zamora sostiene, de acuerdo a sus estudios, que en realidad nació en la ciudad de Santiago del Estero. Desde adolescente ya era una practicante de los ejercicios espirituales de San Ignacio y seguidora de la doctrina de la Compañía de Jesús”, comentó el historiador.

Asimismo, Galván comentó que Mama Antula “ingresó a la vida religiosa bajo la invocación de San Ignacio de Loyola y tomó el nombre de sor María de San José. Pero María Antonia era también Mama Antula, un nombre otorgado por los quichua-parlantes para referirse a la ‘Madre Antonia’. En 1768 fundó en Santiago del Estero la primera Casa de Ejercicios Espirituales y en 1773, a los 43 años, inició su travesía difundiendo la obra y las prácticas de los Jesuitas.

Su itinerario a pie incluyó el interior santiagueño y regiones de La Rioja, Salta y Jujuy. Luego pasó a Córdoba y Buenos Aires. A esta última ciudad llegó en 1779. Posteriormente estuvo también en Montevideo y en Colonia”, para de esa manera tener total relevancia en muchos procesos independentistas desde el lado de la fe y el respaldo que buscaron en ella los hoy conocidos como próceres.

“Fue la primera escritora rioplatense y sus cartas fueron traducidas en 7 idiomas”

Además de ser una gran guía espiritual para muchos próceres argentinos, fue también una escritora única, por la cantidad de cartas que mandaba hacia Europa del siglo XVIII, donde esperaban con ansias las misivas de sor María de San José.

“Ella es la primera escritora rioplatense. Reconocida así por quien fuera el presidente de la Academia Nacional de Letras, el Dr. Pedro Luis Barcia, quien dijo que no existió en parte del mundo, en este período que ella vivió, una escritora con el caudal de cartas como las de Mama Antula y con repercusión internacional. Porque sus cartas llegaban a Italia, Roma y luego eran traducidas en 7 idiomas”, remarcó la investigadora sobre su vida y legado Cintia Suárez.

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