El obispo diocesano de Añatuya, monseñor José Luis Corral, participó del retiro espiritual anual que se llevó a cabo en la Casa de Encuentros Jericó de la localidad homónima. Mediante un comunicado expresó: "Fueron días de oración, silencio, escucha de la Palabra y renovación interior, en los que buscamos reavivar el don recibido mediante la ordenación".
"Este año tuvimos el regalo de contar como predicador con monseñor Virginio Bressanelli, SCJ, obispo emérito de Neuquén, quien nos acompañó con su sabiduría teológica, su fecunda trayectoria misionera y su cercano testimonio fraterno. Sus meditaciones nos ayudaron a contemplar con mayor hondura el misterio del Sagrado Corazón de Jesús, propuesto como modelo para nuestro corazón sacerdotal".
"Damos gracias a las hermanas que nos recibieron y atendieron con generosidad en la casa de retiro, cuidando con esmero cada detalle y preparándonos exquisitas comidas. También agradecemos profundamente a nuestras comunidades parroquiales y a tantos fieles de la diócesis que nos acompañaron con su oración durante estos días de gracia".
"Finalmente, reconocemos y valoramos el compromiso de cada hermano sacerdote, que en comunión con la Iglesia local desea vivir su ministerio con un corazón unido al de Cristo, en espíritu de comunión y corresponsabilidad dentro del cuerpo presbiteral".