En una ceremonia cargada de solemnidad y tradición, el cardenal Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero, juró este miércoles en la Capilla Sixtina, en el marco del inicio del cónclave que designará al nuevo Papa tras la partida física del papa Francisco.
Bokalic, junto a los otros 132 cardenales electores, participó de la ceremonia de apertura del cónclave, en la que todos los purpurados juraron guardar absoluto secreto sobre las votaciones y deliberaciones que se desarrollarán a puertas cerradas, bajo pena de excomunión.
Tal como lo establece el rito, los cardenales pronunciaron el juramento en conjunto y luego, uno por uno, se acercaron al altar para repetirlo individualmente, colocando la mano sobre los Evangelios, en un gesto que reafirma la gravedad y el compromiso espiritual de la elección papal.
Antes del ingreso definitivo, los cardenales rezaron juntos e invocaron al Espíritu Santo con el canto del “Veni, Creator Spiritus”, conducido por el cardenal Pietro Parolin, el elector más antiguo según el orden de precedencia.
Cada cardenal debe escribir en secreto el nombre de su candidato en una papeleta, que luego dobla cuidadosamente y deposita en una urna de plata ubicada frente al monumental fresco del Juicio Final de Miguel Ángel.
Se requieren al menos 89 votos para que uno de ellos sea elegido Papa. Si en la primera jornada no se alcanza ese número, las votaciones continuarán en los días siguientes, con cuatro escrutinios diarios.
Mientras tanto, millones de fieles en todo el mundo esperan con expectativa, atentos a la chimenea de la Capilla Sixtina, de donde saldrá el humo negro o blanco que anunciará si hay, o no, un nuevo Papa.
