"Adín" Alvarado, el 23 de diciembre del año pasado, sufrió un ACV por un aneurisma congénito, que fue tan grave que los médicos le daban un 10% de probabilidad de vida. Fue operado en un sanatorio de ciudad Capital con total éxito y el 29 de diciembre volvió a abrir los ojos. Hoy, el compositor de grandes himnos de la música popular, como "Traguitos cortos" y "Changuito norteño", entre otros, está en su casa y goza de una recuperación formidable.
"Gracias a Dios estoy aquí, casi 45 días en terapia; la atención del sanatorio fue de primera. Tuve tres intervenciones. Estuve con Dios una semanita y me dijo: 'Changuito, dejá de joder, seguí con tu música, con tus afectos, tus hijos, tus nietos y la gente que vos quieres'. Los médicos me dijeron que soy milagro de Dios", afirmó Edgardo Roberto Alvarado.
Tras vivir este suceso, su mirada y visión se agudizaron, volviéndolo más reflexivo: "Vas a ser lo que tienes que ser y hay que ser feliz. Hay que saber vivir tranquilo, con tus afectos, tus amigos, no tiene otro precio eso", dijo. "Yo estuve grabando un video de salutaciones por Navidad, lo terminé de grabar, lo estaba haciendo con el celular y 'Santi' (su hijo) grababa, hice dos pasos y 'se acabó el actor', caí muerto al piso", remarcó contundente.
En tanto, la mirada de "Adín" se agudizó: "Hay que vivir la vida tranquilo, con tu señora, tus hijos, parientes, amigos y afectos. En el sanatorio, mientras me recuperaba veía que tenía para hacer varias canciones de lo que observaba. Tengo unas ganas de salir, de ver a mis amigos y abrazarlos, contarles que a la vida la debemos vivir a pleno, aquí y ahora", comentó.
Además, dijo con el humor que lo caracteriza: "Yo digo que me han 'reseteado el software', creo que me han aumentado la memoria RAM. Creo que me agudizaron el cerebro", enfatizó el compositor de obras que giran por el mundo, en unos 17 países. "De los primeros momentos que viví tengo para escribir como 10 canciones", rió en complicidad con el equipo de Nuevo Diario que visitó su hogar.