En la jornada de ayer, a un reconocido veterinario del barrio San Germés se le presentó un caso particular, el salvar el ala de un kakuy herido.
El ave fue hallada en un hogar, de la localidad de Lugones, con una de sus extremidades totalmente lacerada y lastimada, no podía mantener vuelo. La duela de casa se contactó con Eduardo “El Polaco” Riemersma, quien acudió al veterinario del barrio del sur capitalino. Luego de que el veterinario analizó la situación se determinó que el ala presentaba una herida en estado de necrosis (muerte de las células y los tejidos) y que no era viable generar ningún trabajo de reconstrucción, se determinó la amputación de la misma.
La nueva vida de “Kako”
En tanto, se consultó al “Polaco” cómo será la vida de “Kako” (bautizado así al amigo kakuy) y afirmó: “Lamentablemente no va a poder ser liberado en su hábitat natural que es el monte santiagueño así que de ahora en más vamos a evaluar cómo reinsertarlo, dónde y cómo atenderlo de por vida. Ya que con una sola ala será dependiente”, afirmó y se tiene pensado hasta el momento de armar un sistema donde “Kako” esté libre y pueda comer y tomar agua en lo alto de un árbol en el refugio que tiene “El Polaco”.
“La idea es ayudarlo para que pueda seguir viviendo, con la ayuda de Patricia Paz, que sabe mucho acerca de aves santaigueñas, lo vamos a lograr”, comentó el rescatista, ya que esta especie de ave nocturna caza su propio alimento y no resiste el cautiverio, por lo que encerrarla también se descarta.
No es un juego
En dialogó con Nuevo Diario, “El Polaco” comentó lo que se vivió con el pequeño ejemplar de kakuy (una especie muy representativa del monte), es por la falta de responsabilidad de los mayores a la hora de regalar o permitir que los niños manipulen un arma como una gomera o también llamada honda. “No es un juego el dañar un animal indefenso, se tiene que acabar”, dijo.
Luis Ataide: “A veces los niños no entienden, pero todo depende de nosotros los grandes”
El coordinador de la dependencia de la Dirección de Bosques y Fauna de la filial de Ojo de Agua, dialogó con Nuevo Diario para tratar el mal que aqueja a las aves del monte santiagueño, que es el mismo hombre.
En tanto, por el caso del kakuy herido por el impacto de gomeras (honda) comentó: “Nosotros necesitamos la colaboración de los padres para la concientización de los niños de que no usen una gomera. Hay padres que piensan que al regalarle una honda o un aire comprimido para que lo usen como entretenimiento o juego, pero no se dan cuenta el daño que hacen a las aves, a nuestros ‘pajaritos’”, comentó Ataide.
Además, recordó sobre las personas que mantienen a las aves en cautiverio y dijo: “Hay también muchos que aún mantienen pájaros encerrados, cuando vamos a una escuela nosotros los hacemos pensar a los niños y luego ellos llevan nuevas formas de ver y quieren liberar los pájaros que tienen en su hogar”.
“¡No es un juego!”
Para finalizar, Ataide comentó: “El hecho de usar honda o gomeras, los niños lo hacen como un juego y no es un juego, pero todo depende de nosotros, los grandes”.