Luego de una jornada de lluvias, el cielo se mantuvo nublado para recibir a miles de devotos en las tierras donde la Santa Madre de la Consolación se quiso quedar para que desde allí derramar sus bendiciones a todos lo que se congregan en su honor.
El vallecito de Sumampa Viejo amaneció con lloviznas, pero al pasar los minutos recibió a miles de peregrinos y devotos de distintas latitudes para dar gracias y rezar a Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa. Estos participaron con total júbilo la celebración central que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero Vicente Bokalic, que comenzó a las 20 hs
En ese sentido las actividades iniciaron a las 10 de la mañana con la misa por los enfermos en la Basílica; a las 11 hubo bautismos en el Santuario; a las 12 se rezó el Ángelus y se bendijeron vehículos, ya que la Virgen es patrona de los transportistas.
A las 18.30 las almas de los visitantes recorrieron en una sentida procesión con la imagen que quedó hace menos de 400 años en la localidad
Luego a las 20 hs. se ofició la misa solemne presidida por el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic.
Y a las 21.30 se inició la última noche de la tradicional serenata, donde las almas marianas pudieron cantarle a la Virgen en su día
Durante el fin de semana hubo fue constante la llegada de devotos de diferentes puntos del país, y el vallecito de Sumampa Viejo volvió a tener el color, la calidez y el intenso movimiento que cada año se genera con esta festividad religiosa, una de las más convocantes de la provincia.
Religiosos de diferentes comunidades cercanas y de parroquias de provincias vecinas, llegaron para compartir en fe y con un fervor único.