Tecnología sí o tecnología no; parece ser un dilema, al cual todos los padres deben enfrentarse en la crianza de sus hijos. Los juguetes tecnológicos han cambiado el paradigma, a la hora de la diversión de muchos niños.
Según los especialistas, cuanto más expuestos estén los niños a los videojuegos, TV, smartphones y todos sus derivados, es probable que los índices de miopía, déficit de atención, sedentarismo (acompañado de obesidad) y depresión infantil se apoderen de los más pequeños. El Multimedio dialogó con Marcela Pereira, licenciada en Psicología, quien aportó su mirada sobre este tema que genera dudas e incertidumbres entre los padres.
“Es un tema que siempre genera controversia. Por un lado, hay quienes sostienen que la tecnología sirve para avanzar en cuestiones de comunicación, aprendizaje e interacción social. En contrapartida, hay quienes encuentran en el uso de la tecnología, las causas de un aislamiento y menor roce social; así como también afectivo, por parte los niños”, indicó Pereira.
Al profundizando, la licenciada explicó: “Los cambios culturales atraviesan a la sociedad y la tecnología es uno de ellos. Los juguetes tecnológicos están ya establecidos en nuestra sociedad. Con respecto a esto, es importante no caer en ninguna posición extrema. Tenemos que tener cuidado con quitarles a nuestros hijos, el derecho a pertenecer a una sociedad tecnológica, a una sociedad que cambia”.
En relación al rol de los padres, sobre este tema, la licenciada afirmó: “Somos los padres quienes debemos recuperar el lugar prioritario a la hora de poner los límites. Establecer horarios, modos y lugares para la interacción de nuestros niños con la tecnología, esa es nuestra tarea. Debemos revisar la forma, en que, como sociedad, hemos posado la culpa de algunos excesos de nuestros hijos, en elementos externos, en este caso los juguetes tecnológicos. Debemos revisar nuestra propia incapacidad para poner límites”, puntualizó la profesional.
A modo de cierre sobre lo que enmarca el tema, la profesional remarcó: “A modo de conclusión, podríamos decir, que los juguetes tecnológicos no son malos en sí mismos. Es su uso descontrolado, abusivo y desmedido, lo que puede generar problemas en nuestros hijos. Como padres debemos evitar la prohibición total y aprovechar esta oportunidad para que nuestros hijos sean capaces de reconocer los límites”, finalizó Pereira.
Peligros de los dispositivos que se encuentran conectados en red
Los juguetes conectados, debido a la interacción que crean con los menores al permitir acciones como acceder a videojuegos en línea, pueden acarrear también peligros adicionales como el acceso a contenidos inapropiados por parte de los niños. Sebastián Ferreyra, técnico en Informática, expresó a Nuevo Diario: “En cuanto a su configuración, se debe bloquear el acceso a otras personas a nuestra red Wi-Fi y usar los recursos que tenga el juguete, como contraseñas y actualizaciones, para mejorar su seguridad. Es necesario comprobar y eliminar los registros de datos periódicamente y, sobre todo, apagar el juguete una vez que se haya usado, ya que suelen tener cámaras y micrófonos incorporados”.
Conceptos digitales que todos los padres deben conocer
Control parental: son herramientas o programas que ayudan a limitar el tiempo que pueden pasar delante del equipo, además de los programas y juegos.
Sexting: es el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y videos) producidos por el propio remitente. Grooming: es una práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que, en la mayoría de los casos, sucede a través de las redes sociales.
Ciberbaiting: en español, “ciberhumillación”. Son fotos o videos que realizan con el fin de humillar.
Ciberbullying: es el acoso psicológico entre adolescentes en Internet o redes sociales.