
En abril, los alimentos básicos aumentaron 3,05 por ciento y una familia de cuatro integrantes necesitó 481.349 pesos para poder adquirirlos, mientras que el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) fue de 302.000 pesos, según un relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).
Durante la última reunión del Consejo del Salario Mínimo realizada el 29 de abril, los representantes de trabajadores, empresarios y Gobierno no se pusieron de acuerdo para definir el monto de las básicas, igual que en las convocatorias anteriores de la gestión libertaria. Por lo tanto, el Poder Ejecutivo determinó por decreto que el aumento se dividiera en 1,94 por ciento mensual desde mayo hasta agosto, cuando acumulará una suba de 6,5 por ciento.
“Los incrementos otorgados para los próximos meses –unos cinco mil pesos por mes de promedio-, suenan más a burla que a argumento que merezca ser debatido”, afirmó Isaac Rudnik, director del Isepci. Además, se quejó, "el Gobierno afirma que hay recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones".
De acuerdo con los datos relevados por la institución en comercios de cercanía de barrios populares en el conurbano bonaerense, los aumentos en 57 productos analizados fueron de 3,05 por ciento promedio en abril.
“El aumento otorgado por el Gobierno significa que en agosto los trabajadores que cobran el mínimo recibirán 19.400 pesos más que el mes pasado, cuando la CBA se incrementó 14.248 pesos y la Canasta Básica Total (CBT) creció en 32.485 pesos: o sea 67 por ciento más que el incremento que cobrarán en los próximos cuatro meses”, precisó el relevamiento.
La situación se complejiza cuando se suman dos remuneraciones mínimas, porque las familias siguen por debajo de la línea de pobreza. “Si tanto el jefe como la jefa del hogar tienen la 'suerte' de tener ambos un trabajo registrado y suman 604.000 pesos de ingresos estarían cubriendo el valor de la CBA, por encima de la línea de indigencia. Pero estarían muy lejos de llegar al 1.097.477 pesos al que asciende la CBT, por lo que estarían por debajo de la línea de pobreza", detalló Isepci.
El informe reveló que entre los productos estudiados la carne vacuna mostró las mayores alzas, con una variación promedio del 9,8 por ciento.
"El proceso inflacionario está lejos de encontrarse en una pendiente descendente definitiva. El modelo asentado en el retraso del dólar, la restricción del consumo interno y la apertura irrestricta, hasta ahora, no ha logrado consolidar un reflujo constante de las subas de los principales productos de consumo masivo”, remarcó Rudnik, y advirtió que de este modo la brecha entre salarios y precios de los alimentos seguirá creciendo.
Con información de Página 12