El gobierno de Javier Milei está dispuesto a todo para mantener la ficción del dólar barato, un plan platita para los más ricos. Un ejemplo es el blanqueo implícito que pretende implementar para que se habilite la utilización de dólares sin importar su procedencia. "Al narcotráfico usted lo combate con el Ministerio de Seguridad y el de Defensa. No usa la economía para combatir el otro delito. La idea es que nadie pregunte de dónde usted sacó los dólares. Las cuestiones de la economía se arreglan en la economía, y las de otro tipo se arreglan en el plano jurídico y legal", sostuvo este lunes en declaraciones radiales. El objetivo es acumular reservas para mantener el dólar barato. Un estudio de la consultora Equilibra sostiene que para mantener ese artificio monetario se necesitarán unos 214.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.
En un estudio titulado “Gobierno vs Econochantas: el debate sobre la sostenibilidad del tipo de cambio bajo”, Equilibra hace un cálculo conservador sobre cuántas reservas netas va a necesitar la Argentina en los próximos cuatro años para sostener el esquema de dólar barato de Milei y Caputo. Es el equivalente a entre el 5% y 6% del PBI o el 31% y 36% de las exportaciones por año.
La economía tendría que recibir ese flujo de dólares para financiar la acumulación de reservas del BCRA, el pago de BOPREALES, el ahorro en dólares del sector privado y el déficit de cuenta corriente, dice.
"Muchos economistas vemos improbable que se pueda mantener el tipo de cambio real en niveles tan bajos como el actual. Esta visión no deriva de prejuicios ideológicos, inclinaciones políticas o antipatías personales, sino del análisis económico fundado en teoría y datos que volcamos en este informe", advirtió el informe que realizó Martín Rapetti, director de Equilibra.
El documento señala que en los próximos años se demandarán dólares para que: 1) el BCRA acumule reservas como establece el acuerdo con el FMI; 2) se pague el servicio de los BOPREALES y 3) el sector privado -empresas y personas- continúe dolarizando una porción de sus ahorros.
El resultado del ejercicio arroja necesidades de dólares para 2026-30 por unos 214.000 millones de dólares, equivalentes a entre el 5% y 6% del PBI o el 31% y 36% de las exportaciones por año. Una parte de esas necesidades proviene de un déficit de cuenta corriente anual de entre 1,5% y 2% del PBI.
La plata del Fondo y el cepo
El acuerdo con el FMI parte del diagnóstico de que uno de los principales problemas de la economía argentina es el bajo nivel de reservas del BCRA. A fines de marzo, antes del acuerdo, las RIN estaban en terreno negativo por unos 6.000 millones de dólares. El memorando firmado con el FMI prevé que las RIN lleguen a 79.400 millones de dólares para 2030. Implicaría que alcancen un valor equivalente al 10% del PBI.
El informe señala que la demanda de dólares no se agota en los canales mencionados anteriormente. "A raíz de varios años de restricciones cambiarias (cepo), las empresas han acumulado mucha demanda reprimida de dólares", afirma Equilibra.
Por ejemplo, las empresas tienen deuda comercial por importaciones con sus proveedores extranjeros o sus casa matrices. El último dato disponible del BCRA sugiere una deuda de importaciones de unos 25.000 millones de dólares por encima del nivel habitual. Algunos cálculos de las utilidades que las empresas multinacionales no han podido girar a sus casas matrices desde que se puso el cepo en 2019 estiman unos 10.000 millones de dólares adicionales que esperan ser girados en algún momento.
Desde la consultora 1816 estimaron que el Banco Central deberá acumular divisas por encima de los desembolsos previstos de organismos internacionales, con el fin de alcanzar la meta de reservas acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su nuevo programa por 20.000 millones de dólares. Según el informe, existen tres alternativas principales para lograrlo: compras del BCRA en el piso de la banda cambiaria (ARS$1.000), adquisiciones dentro de la banda (opción que el Gobierno viene rechazando) o compras del Tesoro dentro de la banda utilizando pesos del superávit fiscal.
Por su parte, desde la consultora lcg directamente opinan que el ancla cambiaria --dólar barato-- no tiene mucho más sustento. "Apelar al ancla cambiaria (y en un nivel de dólar barato) puede brindar frutos en lo inmediato, pero dolores de cabeza cuando esa ancla deje de operar (lo mismo podría ocurrir con el ancla salarial, si se empieza a usar)", señaló el documento.,
El piso de la banda ya implica un tipo de cambio real (TCR) ineditamente bajo, y el techo de la banda significará valores de TCR similares a los de 2017 en pocos meses, en la medida que la inflación no pueda acercarse al 1%. Si el mercado leyera esto, es posible que cuando termine el empinamiento de las liquidaciones de exportaciones intente buscar valores más altos.
Con información de El Destape