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Eduardo Zuaín: "Los países que andan bien son 'democracias industriales', y ese es el camino a imitar"

Así lo consideró este miércoles el embajador argentino en Rusia, en una visita a "La Radio de los Santiagueños".

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Crédito: Eduardo Zuaín, en LV11.

El embajador argentino en Rusia, el santiagueño Eduardo Zuaín, visitó este miércoles Radio LV11, donde participó del ciclo Actualidad Política, que se emite de lunes a viernes de 12.30 a 13.30 horas.

 

Allí, Zuaín mencionó: "Siempre vengo porque extraño mi provincia, mi tierra, y a veces por motivos familiares, pero también con ganas de hablar con los santiagueños y poner mi experiencia a disposición, para ayudar a la provincia, sobre todo en lo que tiene que ver con su vinculación con el mundo. Hace unos 30 o 40 años no había conciencia en Argentina de que estábamos insertos en el mundo, y hoy no hay discusión de ello. La pandemia es un ejemplo, porque no reconoció fronteras. Aún no hicimos un análisis de las consecuencias que tuvo la pandemia a nivel social, político y humano. Creo que nos hemos olvidado de ella, la vemos como que 'ya pasó'. Y no tengo dudas de que tuvo consecuencias, porque todo lo que pasa en el mundo nos afecta, y afecta el precio de los alimentos, la energía y demás. Todo eso repercute de manera directa. Tenemos que estar atentos. Es parte de mi trabajo como embajador, y es muy importante entender hacia dónde va el mundo y qué debe hacer Argentina en este mundo que está cambiando, para garantizar la comida barata, la energía barata, y demás. Es el desafío de la Cancillería exterior, más allá de los gobiernos".

 

Luego agregó: "Por la formación que tenemos los cancilleres, debemos tener título terciario, rendir un concurso y luego pasar por unos años de entrenamiento. Nos preparan para todo tipo de situaciones. No podemos decir, en caso de que empiece una guerra, por ejemplo, '¿y ahora qué hago?'. Cuando partí de Argentina no había guerra en Rusia, pero cuando empezó, no me podía volver, es nuestra misión. Tenemos que enfrentar tsunamis, guerras, inestabilidad de gobiernos, etc".

 

Consultado acerca de cómo son las relaciones bilaterales entre Argentina y Rusia, dijo: "No tengo la 'verdad revelada', pero transmito mi pensamiento. La Argentina tiene intereses, no tiene amigos ni enemigos, ni simpatías, solo intereses que defender, como todos los países. Y en especial a aquellos a los que les va bien, hay que ver cómo hacen ellos. Nosotros defendemos intereses. Hoy hay un conflicto que está afectando a toda la humanidad, no es bilateral nomás. Argentina quiere que se termine lo antes posible, que deje de morir gente, quiere una negociación y que se llegue a un acuerdo. Además, no adhiere a sanciones, y esto es un principio de una larga tradición del país, de no adherir a sanciones ni boicots. Además, porque dichas medidas afectan a los pueblos, no a los gobiernos. Si sanciono a un país, afecto a su gente. Recordemos el boicot a los JJ.OO. de 1980. Argentina, con una dictadura cívico-militar, no boicoteó, para poner un ejemplo".

 

También añadió: "¿Qué le interesa al argentiono 'de carne y hueso'? Conversar con todo el mundo, comerciar, aumentar las exportaciones, porque así crearé nuevas empresas en Argentina, y con eso viene el trabajo. Ese es el interés de Argentina hoy. Muchos jóvenes quieren irse a vivir afuera, porque no ven futuro aquí. Invito a los padres de esos jóvenes a ver qué país eligen sus hijo y por qué. En el 90% de los casos, son democracias industriales, entonces yo digo que no inventemos nada, que sigamos ese camino y nos industrialicemos. En 1930, Argentina tenía dos caminos a seguir, porque se había acabado la ventaja del trigo, maiz y las vacas. La Argentina ya no era rica 'solo por producir eso'. Argentina podía seguir con eso o industrializarse y, lamentablemente, siguió en eso, sin hacer lo necesario para lograr valor agregado de sus productos. En la década del 40 empezamos una tímida industrialización. Los países que andan bien, son democracias industriales, ese es el camino. Debemos imitarlos".

 

Se le consultó también si considera que hay una 'mirada ideologizada' de las relaciones internacionales por parte de la clase dirigencial de nuestro país: "Lo que creo que se debe cambiar, es eso de meter toda la política exterior argentina dentro del debate interno argentino. La política exterior debería ser consensuada por todas las fuerzas. La Argentina no mira a otro lado cuando hay problemas de derechos humanos, por ejemplo, condenamos donde debemos hacerlo. Pero ahí entra la doble vara, y creen que así pueden ganar unos votos de más. Es un error. Hay que objetar y cuestionar cuando no estamos de acuerdo, pero no se debe cerrar el diálogo. Lamentablemente no se da esa ideologización. Hay dos países del mundo con 1.500 millones de habitantes. ¿Les vamos a decir a nuestros empresarios que no comercien con ellos? No. Son ideológicos cuando el país en cuestión no tiene relevancia para Argentina". 

 

Después consideró: "Europa logró superar un invierno en medio de la decisión de no comprar petróleo y gas a Rusia. Las facturas de luz les llegan más caras, y eso impacta en los alimentos. Hoy estamos expectantes a una reconfiguración mundial, a cómo van a quedar reordenadas las fichas tras este conflicto. Los países debemos ir adelantándonos, para posicionarnos. Este conflicto abrió nuevos caminos impensados. Hubo boicot económico, logístico y demás. Un país que tiene dificultades para comerciar, por ejemplo, su exportador logró producir y mete su producción en un barco, pero ese barco no puede llegar al puerto. El empresario buscará nuevas rutas, se construirán nuevos puertos. Turquía, por ejemplo, está desarrollando líneas aéreas, barcos, etc. Cuando eso se da, llega para quedarse, no es provisorio. No nos vamos a equivocar mientras mantengamos puertas abiertas con todos los países. Dejemos las puertas abiertas y después veamos qué nos conviene. En América Latina estamos lejos de los conflictos internacionales, aunque nos afectan igual. Estamos en un 'barrio' donde hay solo conflictos menores, pero también lejos de los centros consumidores del mundo. China, Rusia, EEUU, estamos lejos de ellos. Argentina debería tener excelentes rutas comerciales, empresas navieras que lleven los productos a bajo costo, para que la exportación sea rentable, y ahí está el Estado. Debemos tener una buena salida al Océano Pacífico".

 

Por último, fue indagado sobre si cree que la paz está lejos, y ponderó: "'Cuando hay voluntad, hay solución', dice un viejo dicho. Creo que esta tragedia que es la guerra, si hay voluntad de las partes, habrá solución. El problema es que hoy, los organismos que fueron creados para evitar estos conflictos no están funcionando bien, ni logran sus objetivos. Siempre hay posibilidades de colaborar. El Gobierno Provincial está consciente de la situación interna y usa los instrumentos para promover, por ejemplo, el turismo santiagueño. Las Termas, la Fiesta de la Abuela en La Banda, etc, todo se debe completar con conectividad aérea. Por eso veo a veces con cierto asombro a los que hablan de 'rematar Aerolíneas Argentinas'. Estamos lejos de los grandes centros, no deberíamos tener 'una línea aérea', sino 'una superlínea aérea', y de bandera. Porque hay una decisión política de cubrir todos los destinos. Imitemos a los países a los cuales les fue bien. En esos países, el Estado estuvo ahí. Las Termas no nació 'porque sí', sino porque le pusieron un aeropuerto internacional, un autódromo internacional... Una línea aérea privada no hubiera permitido que surja Las Termas".

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