Nicolás Carrizo, el líder de la banda de los "copitos", hoy se declaró inocente y manifestó que la evidencia hallada en su teléfono se trataría de mensajes que envió a modo de "broma". No obstante, para la Justicia se tratan de pruebas contundentes que revelan su complicidad contra el atentado en contra de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, ejecutado el pasado 1 de septiembre.
Mediante los peritajes a su teléfono, las autoridades hallaron mensajes incriminatorios para Carrizo, que en redes se daba a conocer como "Gabriel". Entre estos, se preguntaba por qué Sabag había fallado el tiro, ya que "el arma que le dio funcionaba bien". Luego, manifestó que Fernando intentó ejecutar el asesinato con otra arma, ya que él "le había entregado un .22 corto".
Durante la declaración, que duró alrededor de tres horas, Carrizo se limitó a contestar las preguntas formuladas por su abogado defensor, Gastón Marano. A pesar de que en toda la indagatoria mantuvo su versión en la que se declara inocente, las contundentes pruebas apuntan a que Carrizo habría sido una pieza fundamental en el entramado del macabro plan para acabar con la vida de Cristina Fernández de Kirchner.
Qué decían los mensajesLos expertos informáticos que analizaron el teléfono de Nicolás Carrizo hallaron mensajes sumamente vinculatorios con el homicidio en grado de tentativa en perjuicio de CFK. En primer lugar, se preguntó por qué había fallado Sabag el disparo, si el arma que le había dado estaba en buenas condiciones.
En segundo lugar, envió a uno de sus familiares mensajes en los que expresaba que le había entregado un "revólver .22 corto" para que ejecute a la expresidenta, y luego se quejó de que Fernando se "había apurado" ya que el crimen debía cometerse "una semana después".
Nicolás Carrizo continúa detenido, al igual que Agustina Díaz y los recientemente procesados Ferando Sabag y Brenda Uliarte. Además, Carrizo y Uliarte habrían colaborado para descartar el arma calibre .22 que menciona en los mensajes.
