Una acompañante terapéutica de 38 años, domiciliada en el barrio 750 Viviendas, salió de su trabajo y comenzó a caminar hacia su camioneta que había dejado estacionada en la zona céntrica de la ciudad Capital. Faltaban pocos minutos para las 19 de anteayer cuando se encontraba en la calle 24 de Septiembre casi Mitre y fue interceptada por su expareja, quien es un cabo primero de Policía, de 48 años y reside en el barrio Cabildo. De acuerdo con la denuncia, el sujeto le tiró de la mochila para acercarla a él, pero la mujer logró zafar y seguir caminando, aunque apuró el paso. El uniformado la siguió hostigando hasta que llegó a su vehículo. Luego de que la mujer ascendiera a la camioneta, él también hizo lo mismo en el asiento del acompañante. El uniformado supuestamente pretende reiniciar la relación sentimental que lo unió a la acompañante terapéutica, pero volvió a recibir el rechazo a sus pretensiones amorosas. Seguidamente, la conductora le pidió que se bajara del rodado, que se retirara y no la molestara más. No obstante, el sujeto insistió una y otra vez, pero recibió la negativa de su expareja. Ante esta situación, el hombre la habría amenazado.
La mujer comenzó a gritar en medio de una crisis emocional y provocó la fuga de su exconcubino. Seguidamente, la vecina del barrio 750 Viviendas se trasladó hasta la Comisaría Comunitaria Nº 1 y realizó la denuncia que se instruye como amenazas.
La fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar, Dra. Cecilia Gómez Castañeda, ordenó que se notificara al policía de una prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto, entre ellos telefónica y redes sociales, en favor de la denunciante por el lapso de 120 días.
En tanto, las autoridades de la Jefatura de Policía cumplieron con el protocolo y actuaron en consecuencia. El cabo primero, quien cumple funciones en la Dirección de Comunicaciones, se presentó ayer a la madrugada en la dependencia y se le retuvo el arma reglamentaria.
