Un adolescente de 15 años era uno de los futbolistas amateur que se había concentrado en una cancha de la calle Uruguay de la ciudad de Frías, departamento Choya, para jugar un “picado” entre conocidos y disfrutar un momento de esparcimiento. Sin embargo, con el paso de los minutos, el encuentro deportivo de adolescentes y jóvenes se tornó agresivo, donde primaron la pierna fuerte y los roces bruscos en la disputa de cada pelota.
En medio de la imperiosa necesidad de ganar, el adolescente chocó con un circunstancial rival, tras lo cual este último le propinó un codazo en la nuca. El menor quedó aturdido por el golpe deliberado, lo que fue aprovechado por un familiar del agresor. Se acercó y le pegó una trompada en el rostro —a la altura de la mandíbula— al adolescente, quien cayó inconsciente en el campo de juego. La sucesiva agresión provocó la reacción de los hermanos del menor y se produjo un incidente generalizado. Los familiares auxiliaron a la víctima y la trasladaron hasta su domicilio del barrio Banda Verde, aunque en esa acción fueron atacados a ladrillazos y piedrazos arrojados con gomeras. El menor y sus hermanos le contaron lo sucedido a sus padres e identificaron a los agresores.
Sin embargo, el incidente no terminó allí. De acuerdo con la denuncia, seguidamente se presentaron en el domicilio del adolescente dos mujeres, quienes serían familiares de los supuestos agresores. Golpearon la puerta y las ventanas de la casa y amenazaron de muerte al adolescente y sus hermanos. El hecho provocó que la madre del menor se presentara en la Comisaría Comunitaria Nº 23 para denunciar a uno de los sospechosos por la agresión física sufrida por su hijo y contar lo sucedido. Las autoridades de la Unidad Fiscal de Choya y Guasayán ordenaron que se notificara a los sospechosos de una prohibición de acercamiento, mientras se instruye la causa y se profundiza la investigación.
