Una joven salteña fue condenada a 12 años de prisión por el homicidio de su expareja, ocurrido el pasado 11 de febrero de 2024 en el barrio 4 de Junio de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, en un caso atravesado por antecedentes de violencia de género.
De acuerdo con la investigación judicial, la agresión fatal se produjo cuando el hombre, en estado de ebriedad, se presentó en el domicilio de su expareja, la agredió físicamente e intentó ingresar a la fuerza a la vivienda. En medio del forcejeo, la joven tomó un cuchillo y le provocó una herida punzocortante en el pecho, que resultó letal. Aunque fue asistido por personal del SAMEC, el hombre falleció durante el traslado al hospital.
Juicio abreviado y condena
Durante el juicio, que se resolvió mediante un procedimiento abreviado, la imputada admitió su responsabilidad en los hechos y aceptó la pena impuesta por la justicia: 12 años de prisión por homicidio simple agravado por el vínculo. No obstante, la sentencia consideró atenuantes derivados de los antecedentes de violencia que la mujer había sufrido previamente por parte de la víctima.
El tribunal dispuso, además, que una vez que la sentencia quede firme, se le extraigan muestras genéticas para su incorporación al Banco Nacional de Datos Genéticos, conforme lo establece la normativa vigente.
Un caso con múltiples aristas
El crimen generó impacto en la comunidad de Orán, tanto por la violencia del episodio como por los elementos de contexto. Aunque el hecho encuadra como homicidio simple, la justicia valoró los antecedentes de agresiones previas y situaciones de vulnerabilidad en que se encontraba la mujer, lo cual fue tenido en cuenta al momento de dictar la pena.
El caso reaviva el debate sobre los límites de la legítima defensa en contextos de violencia doméstica y la necesidad de herramientas judiciales que contemplen las situaciones de mujeres que reaccionan frente a años de maltrato.